Durante un juicio al extremista británico Mark Colborne, acusado de preparar un atentado en masa con explosivos y cianuro en Londres, se ha revelado que quería matar al príncipe Carlos para que su hijo menor, Enrique, heredase la corona británica.
Según ha sabido el periódico 'Daily Mail', el hombre, de 37 años, pretendía actuar al estilo de Breivik. Pero sus motivos eran diferentes. Durante años sufrió depresiones por el hecho de ser pelirrojo y esta misma circunstancia pudo impulsar su deseo de "disparar una bala contra la cabeza del príncipe Carlos", que surgió de sus diarios en la vista de este martes.