El presidente de la República Checa, Milos Zeman, ha condenado la idea de conceder tres millones de euros a Turquía para garantizar que Ankara detenga a dos millones de refugiados que de otra manera podrían dirigirse a Europa. "El Imperio romano antes de su desintegración también pagaba tributos a los bárbaros para que no saquearan su territorio", ha comparado.
Zeman tampoco está de acuerdo con la reactivación de las negociaciones sobre el posible ingreso de Turquía en la Unión Europea. En su opinión, este país, a pesar de ser miembro de la OTAN, "actúa como un aliado del Estado Islámico" y "no debe formar parte de la Unión Europea", cita el sitio informativo Novinky.