El prototipo del Transit Elevated Bus (TEB), faraónico proyecto apodado 'el autobús del futuro' chino, duerme el sueño de los justos en medio de una carretera de la ciudad china de Qinhuangdao (provincia de Hebei), según medios locales.
Paradojas del destino, el flamante nuevo medio de transporte que estaba llamado a resolver el problema del tráfico en las urbes chinas es el causante de un gran atasco al tener bloqueada una importante red viaria de la Qinhuangdao. Los residentes no pueden acceder a un tramo de la carretera que la empresa que desarrolló este medio de transporte alquiló para su instalación. Paradojas del destino. En más de dos meses el futurista bus no se ha movido ni un solo centímetro. Se encuentra aún en un garaje, oxidándose y cubierto de polvo.
Masih Ingat Bus Transit Elevated Bus (TEB) Masa Depan ANtimacet China, Kini Sungguh Menyedihkan https://t.co/BzhCf75tco— Semarang ID (@smg_ID) 6 декабря 2016 г.
El propio vehículo, que tiene capacidad para transportar a 300 personas y mide 22 metros de largo, 7,8 metros de ancho y 4,8 metros de alto, es vigilado por dos guardias de seguridad que reconocen que han sido olvidados también. "Los gerentes de la empresa se fueron hace mucho tiempo y no soy capaz de contactar con ellos", admite un guardia no identificado.
Del éxito al olvido
A principios de agosto nada apuntaba a este desenlace. Fue entonces cuando el TEB realizó su primera prueba acompañada con mucha fanfarria y cobertura mediática. Solo días después, las pruebas se detuvieron abruptamente y los medios estatales chinos empezaron a referirse al autobús como una gran estafa. Los inversores pidieron que se les devolviera su dinero y comenzaron a llover las críticas públicas.
El pasado mes de septiembre se anunció que el autobús reiniciaría sus pruebas y se invitó a los residentes a que se sumaran a las mismas. Poco duraron los ensayos antes de que el autobús regresara a las cocheras donde hoy sigue esperando un futuro mejor.
A pesar de su innovador diseño, los críticos subrayan que presenta varios defectos. Por ejemplo, aunque el ancho del bus permite que por debajo de él pasen dos hileras de vehículos, solo los coches que no superan los 2,1 metros de altura pueden acceder libremente. Ello pese a que en la mayoría de carreteras chinas se permite la circulación de vehículos de hasta 4,2 metros de altura.
También se teme que un autobús de 22 metros de largo sea demasiado pesado para las carreteras en China, que han sufrido frecuentes hundimientos. Además, la altura del autobús podría ser un obstáculo para la evacuación de los pasajeros en caso de emergencia.