Pese a que vivimos en pleno siglo XXI y estamos rodeados de todo tipo de tecnología, mucha gente aún cree que nuestro planeta no es redondo. De hecho, existen grupos enteros de 'partidarios de la Tierra plana' que aseguran tener evidencias de sus convicciones.
Pese a la proliferación de 'escuelas' que sostienen que vivimos en una plataforma plana, existen muchas y muy sencillas formas de comprobar por nosotros mismos que la Tierra es redonda.
Por ejemplo, si se acerca a alguna gran acumulación de agua y se fija en alguna embarcación lejana o en un edificio alto, tendrá la impresión —si está lo suficientemente lejos— de que 'se apoyan' bajo la línea del horizonte.
Otra opción es la de tumbarse boca abajo durante una puesta del sol y dar un salto cuando el sol desaparezca de su vista, pues verá un 'segundo' ocaso. Lo mismo puede apreciar subiéndose en un ascensor si es lo bastante rápido.
También puede viajar alrededor de nuestro planeta en dirección oeste. Si lo hace, verá 'un amanecer menos' que aquellos que se quedaron en casa. Las constelaciones también le pueden ayudar a comprobar que la Tierra es redonda, ya que sus posiciones cambiarán en función del lugar de la Tierra desde donde las observa.
Pero si estas pruebas no le convencen, hay otro truco infalible. Observe algunas imágenes de nuestro planeta grabadas desde el espacio y pregúntese: ¿Cómo es posible que el globo terráqueo no sea redondo?