Se acabó: El macaco que dejó en la ruina a un fotógrafo no puede reclamar derechos por sus fotos
La Justicia estadounidense ha puesto este lunes punto y final a la larga batalla legal por los derechos de autor de una serie de famosas 'selfis' tomadas por un mono, negándole al animal los derechos sobre ese material gráfico, según un fallo de la Corte de Apelaciones número 9 de Estados Unidos.
La Ley de Propiedad Intelectual "no autoriza de manera expresa a los animales a presentar demandas por violación de derechos de autor", concluyó el tribunal.
Así, el juzgado decidió mantener el fallo dictaminado por otra corte en el 2016, en relación a una demanda presentada por la organización internacional Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), que reclamaba los supuestos derechos de autor del animal.
#Wikipedia rechaza solicitud de fotógrafo de borrar el 'selfie' de un mono http://t.co/IqFplrlKdnpic.twitter.com/nY2yQy9Pz6
— RT en Español (@ActualidadRT) 7 августа 2014 г.
La historia detrás del icónico 'selfie'
Las instantáneas con el famoso mono, fueron tomadas en el 2011, cuando el británico David Slater se encontraba con su guía en las junglas de Indonesia para fotografiar varias especies amenazadas. Allí tuvo la enorme suerte de hallar a un grupo de 20 monos. Antes del viaje había pocos registros visuales del macaco negro (macaca nigra), especie que solo se puede encontrar en dos islas del país.
El fotógrafo tardó un día para ganarse la confianza de los macacos. Al darse cuenta de que a los animales les agradaba tocar sus pertenencias, Slater dejó lista la cámara para que los monos pudiesen tomarse fotos. Fue precisamente lo que pasó. La fotografía se hizo viral y se publicó en numerosos medios de comunicación.
Más tarde, varias organizaciones, entre ellos Wikipedia y PETA, negaron los derechos de autor del fotógrafo y afirmaron que pertenecen al macaco. Por su parte, Slater aseveró que las imágenes le pertenecen, ya que fue suya la idea de dejar que los primates se tomaran las fotos, también afirmó que eligió el ángulo, el tipo de lente, e incluso la hora del día para contar con mejor iluminación. Lo anterior sin tomar en cuenta los gastos del viaje que había emprendido y el equipamiento usado.
Los dolores de cabeza de Slater comenzaron cuando Wikipedia y el portal web de tecnología Techdirt hicieron publicaciones sobre el tema sin su permiso. Argumentaron que las imágenes deberían ser del dominio público, ya que el macaco fue el verdadero creador de las fotos y un animal no puede ser dueño de propiedad intelectual. Al ser subidas a Wikimedia Commons las imágenes podían ser descargadas de modo libre, lo que conllevó unas grandes pérdidas económicas para Slater, que acabó demandando a Wikipedia.
Posteriormente, el británico publicó un libro con sus obras fotográficas y con los autorretratos del macaco, lo que no fue del agrado de la PETA, organización que se dedica a la protección animal. Finalmente en el 2015 la PETA demandó a Slater a nombre del macaco.
La organización exigía que el mono fuera el dueño de los derechos y se ofreció como administradora de los fondos recaudados por la imagen del animal, prometiendo que estos ingresos se aplicarán en las campañas de protección de los primates.
La historia hizo que muchos le acusaran de avaricia a Slater, que se tradujo en el maltrato de su obra y legado. A esto, el fotógrafo respondió que el oficio de la fotografía era su "sustento". "No buscaba ganar mucho dinero, solo quería un salario justo por mi trabajo, algo para dejarle a mi hija", relató.