El excampeón de boxeo mexicano Julio César Chávez no pudo ocultar su decepción ante la derrota de su hijo este viernes en su pelea de peso supermediano ante el estadounidense Daniel Jacobs, tras un nocaut técnico que nadie esperaba.
Julio César Chávez Jr, quien se había mostrado competitivo y superior en los primeros episodios, decidió poner fin al combate al final del quinto asalto, luego de informarle al réferi que no podía continuar por una fractura.
Mientras Jacobs era anunciado como ganador, la leyenda del pugilismo mundial miraba a su hijo mayor desde la tribuna y mandando la palma de su mano al rostro dejó en claro su exasperación.
Terminada la contienda, Chávez Jr. afirmó que su decisión de detener la lucha fue provocada por un "codazo" y "dos cabezazos" que recibió de Jacobs, uno de ellos directo a la nariz, que el juez no sancionó. El boxeador asegura que "quería continuar", pero se le dificultaba respirar porque había "tragado mucha sangre".
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