Una botella con cenizas humanas cruza el océano y da comienzo a una amistad
Mary Whitt, una mujer de Somerset (Kentucky, EE.UU.) decidió lanzar al océano las cenizas de su difunto marido, Jerry, como un homenaje. Dos años después, una familia española encontró la botella con la nota de Mary y decidió contactar a la mujer estadounidense, dando inicio así a una amistad, recoge Commonwealth Journal.
"Jerry solía atar a globos los nombre de los niños y nuestra dirección para ver cuán lejos irían y si recibiríamos una respuesta", cuenta Mary. Tras la muerte de su marido, recordando su espíritu aventurero la mujer preparó dos botellas, una con las cenizas y otra más grande con una foto de Jerry, además de una carta con sus contactos. "Pensé que para él sería un buen modo de viajar", comentó la mujer.
Mary tiró la botella al océano durante unas vacaciones en Florida en 2018. En agosto de 2020, recibió un mensaje de la familia Álvarez, que había encontrado las cenizas de Jerry en la playa española de Razo (La Coruña, Galicia), a casi 6.500 kilómetros de EE.UU. Los españoles preguntaron qué debían hacer con la botella, a lo que la mujer respondió que la lanzaran al mar nuevamente.
Cumpliendo con su deseo, la familia Álvarez organizó una ceremonia para despedirse de Jerry en la playa. "Fuimos con unas flores, el bote con las cenizas, y leímos un escrito que hicimos en inglés para que sus familiares pudieran entenderlo. Grabamos todo en un video y lo enviamos, están muy contentos", comentaron a La Voz de Galicia.
El video emocionó mucho a la familia Whitt. "Nos tocó el corazón", reconoció Mary al medio estadounidense. "Es bueno saber que la gente cuida a otros, a medio mundo de distancia", añadió la mujer. "Lloré como un bebé viendo el video que enviaron", escribió otra representante de la familia Whitt en Facebook. "¡Muchas gracias, a él le encantaría eso y vuestra familia!", aseguró la estadounidense.
Ambas familias ya hablaron varias veces a través de videollamadas, y esperan reunirse un día en España. "Quieren venir aquí, sobre todo por sus nietos, para poder ver la playa de donde salió la botella. A medida que continuamos hablando con ellos, es posible que puedan viajar más adelante", comentaron los españoles.