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Egipto: El Gobierno adopta medidas para acabar con las protestas islamistas
El Gobierno egipcio ha resuelto adoptar "todas las medidas necesarias" para poner fin a las acampadas de los islamistas en El Cairo. Los islamistas no se amilanan y aseguran que seguirán protestando pese a las medidas del Gobierno.
La decisión fue tomada a raíz de las protestas islamistas que a tenor del Gobierno suponen "un peligro para la seguridad nacional y la paz social", y se ejecuta sobre la base de "la gran autorización del pueblo en el trato con el terrorismo y la violencia", explicó la ministra de Información, Dorreya Sharafedin tras una reunión del Ejecutivo.
En el comunicado el Gabinete asegura que "la peligrosa situación" derivada de las protestas contonuadas ha llegado a ser "inaceptable".
El pasado 27 de julio el titular del Interior, Mohamed Ibrahim, afirmó que se preparaban para desmantelar "muy pronto" las acampadas de los seguidores de depuesto presidente Mohamed Morsi, pero señaló que era importante preparar la operación para evitar "muchos daños" y para contar con "una cobertura jurídica".
Según revelaron fuentes de seguridad a Efe, se pretendía haber disuelto ya por la fuerza las acampadas de los islamistas, pero que la visita de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, había frenado estos planes.
Ashton abandonó ayer El Cairo tras reunirse por un lado con las autoridades egipcias y por otro con representantes de los Hermanos Musulmanes y con el mismo Morsi.
El pasado día 3 de julio se produjo en Egipto un golpe de Estado que llevó al derrocamiento del presidente Morsi, que fue detenido por el Ejército y permanece en paradero desconocido desde entonces. El pasado viernes un juez emitió una orden de arresto contra el presidente depuesto quien, según informó el ministro del interior provisional este sábado, podría ser enviado a la misma prisión que Mubarak.
En el comunicado el Gabinete asegura que "la peligrosa situación" derivada de las protestas contonuadas ha llegado a ser "inaceptable".
El pasado 27 de julio el titular del Interior, Mohamed Ibrahim, afirmó que se preparaban para desmantelar "muy pronto" las acampadas de los seguidores de depuesto presidente Mohamed Morsi, pero señaló que era importante preparar la operación para evitar "muchos daños" y para contar con "una cobertura jurídica".
Según revelaron fuentes de seguridad a Efe, se pretendía haber disuelto ya por la fuerza las acampadas de los islamistas, pero que la visita de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, había frenado estos planes.
Ashton abandonó ayer El Cairo tras reunirse por un lado con las autoridades egipcias y por otro con representantes de los Hermanos Musulmanes y con el mismo Morsi.
El pasado día 3 de julio se produjo en Egipto un golpe de Estado que llevó al derrocamiento del presidente Morsi, que fue detenido por el Ejército y permanece en paradero desconocido desde entonces. El pasado viernes un juez emitió una orden de arresto contra el presidente depuesto quien, según informó el ministro del interior provisional este sábado, podría ser enviado a la misma prisión que Mubarak.
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