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Las filtraciones de Snowden 'inspiran' a los legisladores a plantar cara a la poderosa NSA
Los legisladores de EE.UU. se han expresado esta semana a favor de restringir la vigilancia de la Agencia Nacional de Seguridad después de que la la semana pasada la Cámara de Representantes rechazara cerrar el programa por un estrecho margen.
De hecho, tanto representantes republicanos como demócratas ya están promoviendo distintos paquetes legislativos que contemplan desde suspender la recolección indiscriminada de datos telefónicos, hasta obligar al gobierno a informar periódicamente de las personas investigadas, pasando por especificar qué atentados terroristas se han frustrado a partir de la información obtenida por la NSA e incluso derogar leyes anteriores que son la base de los programas de espionaje.
De aprobarse alguno de ellos, se trataría del primer revés sufrido por la NSA en el legislativo, desde que comenzara a tener facultades casi discrecionales a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Estos poderes siempre han sido criticados por distintas organizaciones que piensan dejar sentir su voz ante los distintos representantes.
Al margen de la suerte que puedan correr estas enmiendas legales, lo cierto es que el revuelo que han provocado las revelaciones sobre espionaje están afectando al orden de prioridades sobre seguridad de los ciudadanos estadounidenses, de tal forma que paulatinamente el temor a un atentado terrorista está siendo desplazado por la necesidad mantener la vida privada a resguardo frente a la acción del gobierno.
Los resultados de la última encuesta del Pew Research Center muestran que para el 47% de los estadounidenses encuestados la preocupación principal en relación a las políticas antiterroristas del Gobierno está vinculada al hecho de que las autoridades han ido demasiado lejos a la hora de restringir las libertades civiles de los ciudadanos mientras que solo 35% de los encuestados reconocen estar más preocupados ante el hecho de que la política del Estado no se suficiente para proteger el país. Se trata de la primera vez que que la preocupación por libertades civiles supera en una encuesta a la amenaza del terrorismo desde el 2004, cuando esta pregunta fue planteada por primera vez.
De aprobarse alguno de ellos, se trataría del primer revés sufrido por la NSA en el legislativo, desde que comenzara a tener facultades casi discrecionales a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Estos poderes siempre han sido criticados por distintas organizaciones que piensan dejar sentir su voz ante los distintos representantes.
Al margen de la suerte que puedan correr estas enmiendas legales, lo cierto es que el revuelo que han provocado las revelaciones sobre espionaje están afectando al orden de prioridades sobre seguridad de los ciudadanos estadounidenses, de tal forma que paulatinamente el temor a un atentado terrorista está siendo desplazado por la necesidad mantener la vida privada a resguardo frente a la acción del gobierno.
Los resultados de la última encuesta del Pew Research Center muestran que para el 47% de los estadounidenses encuestados la preocupación principal en relación a las políticas antiterroristas del Gobierno está vinculada al hecho de que las autoridades han ido demasiado lejos a la hora de restringir las libertades civiles de los ciudadanos mientras que solo 35% de los encuestados reconocen estar más preocupados ante el hecho de que la política del Estado no se suficiente para proteger el país. Se trata de la primera vez que que la preocupación por libertades civiles supera en una encuesta a la amenaza del terrorismo desde el 2004, cuando esta pregunta fue planteada por primera vez.
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