Actualidad
Siria para 'novatos': respuestas simples a preguntas ingenuas sobre el conflicto
Los numerosos datos y opiniones, así como los bárbaros crímenes que se cometen en la prolongada guerra civil en Siria, tapan para muchos lo esencial: quiénes protagonizan esta lucha, por qué arriesgan sus vidas en este país y con qué apoyo cuentan.
Hemos resumido las respuestas a las preguntas más acuciantes que podrían formularse las personas que se acerquen a la cuestión siria por primera vez.
Bashar al Assad contra el Ejército Libre Sirio
El 80% de la población siria es musulmana, mayoritariamente suní. Sin embargo, hace varias décadas que el país es gobernado por alauitas (una rama chií del islam). A esta rama pertenece el clan de Al Assad. Lógicamente, los suníes decidieron cambiar la situación. La inestabilidad que trajo a la región la llamada 'primavera árabe' les ofreció la oportunidad perfecta para 'corregir' la situación y las protestas multitudinarias contra Al Assad no tardaron en estallar, pero fueron reprimidas con mano dura. Se derramó la 'primera sangre'. Entonces, los opositores al Gobierno se agruparon en torno al Ejército Libre Sirio, cuyo núcleo al inicio del conflicto estuvo constituido por los desertores del Ejército gubernamental.
Bashar al Assad contra Al Qaeda
Además del Ejército Libre Sirio, el Gobierno de Al Assad tiene que combatir contra las agrupaciones de radicales islamistas de nombres desconocidos para personas no familiarizadas con el tema del terrorismo internacional: Dole Islamiyah Iraq y Sham, Liwa Al-Tawhid, Frente al-Nusra, etc. Todos son ramas de Al Qaeda o pretenden ser algo parecido a sus filiales.
Los enemigos de Al Assad son apoyados por las monarquías suníes del golfo Pérsico (Arabia Saudita, Bahréin, Jordania, Catar, etc.) y los extremistas palestinos de la agrupación Hamás, mientras que el Gobierno sirio es apoyado por el chiita Irán y la también chiita agrupación extremista libanesa Hezbolá.
El Ejército Libre Sirio contra Al Qaeda
En los últimos meses, los enemigos de Al Assad están luchando entre sí, por el futuro poder en el país. Todo empezó por un 'incidente' significativo: el 12 de julio los islamistas radicales asesinaron a uno de los comandantes del Ejército Sirio Libre, Kamal Hamami, y a su hermano, amenazando con matar a otros comandantes de esa misma organización para que no pugnaran por la parte del país controlada por los islamistas.
Intereses económicos: la industria militar
Este es el principal motivo que estimula a los grupos de presión de la industria militar estadounidense, que actúa conjuntamente con el alto mando del Pentágono. En 2011, el Pentágono cerró contratos por valor de 100.000 millones de dólares solo con el grupo de sus cinco contratistas principales: Lockheed Martin, Boeing, General Dynamics, Raytheon y Northrop Grumman.
No es casualidad que la industria de la guerra estadounidense tenga en nómina a 76 de los 108 generales y almirantes de tres o cuatro estrellas que se retiraron entre 2009 y 2011 y que ahora ocupan puestos importantes en las compañías que forman parte de ese 'sagrado' quinteto de contratistas principales del Pentágono.
Geopolítica
Los principales adversarios de Al Assad son las monarquías suníes del Golfo (sobre todo Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos). Estas mismas monarquías son los principales aliados de EE.UU. en la región y sus principales proveedores de hidrocarburos.
La caída del régimen de Al Assad sería la clave para debilitar (y en sus mejores sueños, derrotar) al enemigo principal de todos ellos: el chiita Irán. Por otra parte, una superpotencia como Estados Unidos no debe, según su criterio, ceder a alguien el papel de principal fuerza regional.
Siria es, si no el único, sin duda el mejor aliado ruso en Oriente Medio. Rusia dispone en el país incluso de una especie de base naval: un muelle flotante de 110 metros, donde pueden amarrar los buques de guerra rusos, repostar combustible y cargarse de víveres. En el pequeño territorio de este punto de abastecimiento y mantenimiento también se ubican almacenes.
Pero para Rusia es mucho más importante que una caída del Gobierno de Al Assad socavaría el prestigio de la diplomacia rusa y privaría a Rusia de la posibilidad de influir en el proceso de paz en Oriente Medio.
¿Por qué los sirios se matan entre sí?
La guerra en Siria se ha desplegado en varios frentes.Bashar al Assad contra el Ejército Libre Sirio
El 80% de la población siria es musulmana, mayoritariamente suní. Sin embargo, hace varias décadas que el país es gobernado por alauitas (una rama chií del islam). A esta rama pertenece el clan de Al Assad. Lógicamente, los suníes decidieron cambiar la situación. La inestabilidad que trajo a la región la llamada 'primavera árabe' les ofreció la oportunidad perfecta para 'corregir' la situación y las protestas multitudinarias contra Al Assad no tardaron en estallar, pero fueron reprimidas con mano dura. Se derramó la 'primera sangre'. Entonces, los opositores al Gobierno se agruparon en torno al Ejército Libre Sirio, cuyo núcleo al inicio del conflicto estuvo constituido por los desertores del Ejército gubernamental.
Bashar al Assad contra Al Qaeda
Además del Ejército Libre Sirio, el Gobierno de Al Assad tiene que combatir contra las agrupaciones de radicales islamistas de nombres desconocidos para personas no familiarizadas con el tema del terrorismo internacional: Dole Islamiyah Iraq y Sham, Liwa Al-Tawhid, Frente al-Nusra, etc. Todos son ramas de Al Qaeda o pretenden ser algo parecido a sus filiales.
Los enemigos de Al Assad son apoyados por las monarquías suníes del golfo Pérsico (Arabia Saudita, Bahréin, Jordania, Catar, etc.) y los extremistas palestinos de la agrupación Hamás, mientras que el Gobierno sirio es apoyado por el chiita Irán y la también chiita agrupación extremista libanesa Hezbolá.
El Ejército Libre Sirio contra Al Qaeda
En los últimos meses, los enemigos de Al Assad están luchando entre sí, por el futuro poder en el país. Todo empezó por un 'incidente' significativo: el 12 de julio los islamistas radicales asesinaron a uno de los comandantes del Ejército Sirio Libre, Kamal Hamami, y a su hermano, amenazando con matar a otros comandantes de esa misma organización para que no pugnaran por la parte del país controlada por los islamistas.
¿Qué demonios pinta EE.UU. en Siria?
Intereses económicos: la industria militar
Este es el principal motivo que estimula a los grupos de presión de la industria militar estadounidense, que actúa conjuntamente con el alto mando del Pentágono. En 2011, el Pentágono cerró contratos por valor de 100.000 millones de dólares solo con el grupo de sus cinco contratistas principales: Lockheed Martin, Boeing, General Dynamics, Raytheon y Northrop Grumman.
No es casualidad que la industria de la guerra estadounidense tenga en nómina a 76 de los 108 generales y almirantes de tres o cuatro estrellas que se retiraron entre 2009 y 2011 y que ahora ocupan puestos importantes en las compañías que forman parte de ese 'sagrado' quinteto de contratistas principales del Pentágono.
Geopolítica
Los principales adversarios de Al Assad son las monarquías suníes del Golfo (sobre todo Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos). Estas mismas monarquías son los principales aliados de EE.UU. en la región y sus principales proveedores de hidrocarburos.
La caída del régimen de Al Assad sería la clave para debilitar (y en sus mejores sueños, derrotar) al enemigo principal de todos ellos: el chiita Irán. Por otra parte, una superpotencia como Estados Unidos no debe, según su criterio, ceder a alguien el papel de principal fuerza regional.
¿Por qué Rusia se opone tan firmemente a la agresión a Siria? ¿Cuáles son sus intereses?
GeopolíticaSiria es, si no el único, sin duda el mejor aliado ruso en Oriente Medio. Rusia dispone en el país incluso de una especie de base naval: un muelle flotante de 110 metros, donde pueden amarrar los buques de guerra rusos, repostar combustible y cargarse de víveres. En el pequeño territorio de este punto de abastecimiento y mantenimiento también se ubican almacenes.
Pero para Rusia es mucho más importante que una caída del Gobierno de Al Assad socavaría el prestigio de la diplomacia rusa y privaría a Rusia de la posibilidad de influir en el proceso de paz en Oriente Medio.
comentarios