Actualidad
Rumanía vuelve a protestar contra la fracturación hidráulica de Chevron
Los vecinos de la localidad rumana de Pungesti se han unido otra vez para luchar contra el controvertido proyecto de Chevron que prevé la extracción de gas a través de la controvertida técnica de fracturación hidráulica.
Para este sábado está planeada una nueva jornada de movilizaciones en Pungesti, en el noreste de Rumanía, para mostrar el profundo rechazo a la 'invasión' por parte de Chevron de las tierras locales.
"Estamos aquí para combatir hasta el final. En todo el mundo sucede lo mismo. Después de aplicarse la fractura hidráulica hay problemas con las tierras y, lo que es más importante, con el agua. Antes de firmar el contrato con Chevron el Gobierno debería preguntar a la población y no lo hace", comentó a RT uno de los participantes de la acción.
Las nuevas movilizaciones se suman a las que ya han tenido lugar desde principios de esta semana. La sociedad rumana se ve amenazada por esta práctica que conlleva la contaminación del medio ambiente. Además Chevron empezó a vallar la carretera para asegurar sus labores, por lo que los residentes locales deben ir a las localidades cercanas cruzando el campo.
En una de las movilizaciones anteriores la Policía desmanteló brutalmente una acampada organizada por los activistas. "Cuando llegó la Policía no pudimos hacer nada para pararlos. Ellos nos cercaron y empezaron a golpearnos", dijo un residente local.
"Hemos formado una cadena humana que cruce la carretera. La Policía se lanzó contra nosotros como lobos y empezó a golpearnos. Mi vecino está en el hospital porque le pegaron en el estómago de forma brutal", recuerda otro participante de la protesta.
Tras dejar su negra huella en la Amazonía ecuatoriana, Chevron centró su objetivo en Europa. La petrolera seleccionó a sus nuevas víctimas: Polonia y Rumanía, donde pretende extraer gas de esquisto mediante fracturación o 'fracking'. Pero la población de estos países del viejo continente ha contestado la propuesta de Chevron con un fuerte rechazo y muchas protestas que se realizan constantemente desde octubre.
El director ejecutivo del centro de derechos humanos y ambiente, Jorge Daniel Taillant, indica que las empresas petroleras y de gas siempre dejan tras de sí un sucio rastro. "La verdad es que por donde va el petróleo hay problemas ambientales. El sector gas y petróleo tiene que atender de una manera muy seria y muy profunda el problema que tiene con el pasivo ambiental que va dejando por donde va. (...) Lo que estamos viendo también es que muy pocas empresas se hacen cargo de ese pasivo ambiental. Ojalá Chevron no tenga la misma actitud que ha tenido en Ecuador de no querer afrontar los problemas ambientales que va dejando su sector", comentó a RT.
"Estamos aquí para combatir hasta el final. En todo el mundo sucede lo mismo. Después de aplicarse la fractura hidráulica hay problemas con las tierras y, lo que es más importante, con el agua. Antes de firmar el contrato con Chevron el Gobierno debería preguntar a la población y no lo hace", comentó a RT uno de los participantes de la acción.
Las nuevas movilizaciones se suman a las que ya han tenido lugar desde principios de esta semana. La sociedad rumana se ve amenazada por esta práctica que conlleva la contaminación del medio ambiente. Además Chevron empezó a vallar la carretera para asegurar sus labores, por lo que los residentes locales deben ir a las localidades cercanas cruzando el campo.
En una de las movilizaciones anteriores la Policía desmanteló brutalmente una acampada organizada por los activistas. "Cuando llegó la Policía no pudimos hacer nada para pararlos. Ellos nos cercaron y empezaron a golpearnos", dijo un residente local.
"Hemos formado una cadena humana que cruce la carretera. La Policía se lanzó contra nosotros como lobos y empezó a golpearnos. Mi vecino está en el hospital porque le pegaron en el estómago de forma brutal", recuerda otro participante de la protesta.
Tras dejar su negra huella en la Amazonía ecuatoriana, Chevron centró su objetivo en Europa. La petrolera seleccionó a sus nuevas víctimas: Polonia y Rumanía, donde pretende extraer gas de esquisto mediante fracturación o 'fracking'. Pero la población de estos países del viejo continente ha contestado la propuesta de Chevron con un fuerte rechazo y muchas protestas que se realizan constantemente desde octubre.
El director ejecutivo del centro de derechos humanos y ambiente, Jorge Daniel Taillant, indica que las empresas petroleras y de gas siempre dejan tras de sí un sucio rastro. "La verdad es que por donde va el petróleo hay problemas ambientales. El sector gas y petróleo tiene que atender de una manera muy seria y muy profunda el problema que tiene con el pasivo ambiental que va dejando por donde va. (...) Lo que estamos viendo también es que muy pocas empresas se hacen cargo de ese pasivo ambiental. Ojalá Chevron no tenga la misma actitud que ha tenido en Ecuador de no querer afrontar los problemas ambientales que va dejando su sector", comentó a RT.
comentarios