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Militar de EE.UU. en Guantánamo: "Aquí hay playa y es muy bonito"
Han pasado ya 110 años desde que el Ejército de EE.UU. tomó el control sobre el territorio de la base de Guantánamo. Mientras que para los prisioneros cada día es un infierno, para los militares la vida en Guantánamo es bien distinta.
El Tratado Cubano-Estadounidense fue firmado en 1903 por los entonces presidentes de ambos países. Según el acuerdo, Cuba arrenda de manera perpetua a EE.UU. el área de la bahía de Guantánamo con el propósito de ubicar en ellas estaciones navales y de embarque. Según expertos, Washington no tiene derecho legal para establecer la prisión en la base.
Cada día en el polémico centro de detención de Guantánamo suena el himno nacional de EE.UU., lo que para unos significa pasar una jornada más en el infierno. Sin embargo, para otros la realidad es diferente.
"Aquí hay playa y es muy bonito. De hecho no hay nada malo en este lugar", explicó a RT Danielle Heinz, guardia en el campamento 6.
Para quienes están al otro lado del alambre de espino cada día les augura un desafío: sobrevivir en este presidio. Torturas, huelgas de hambre y algunos suicidios han manchado la imagen de este lugar en reiteradas ocasiones desde su apertura en 2002. De hecho, se calcula que en el centro de Guantánamo se han registrado al menos seis suicidios y decenas de intentos entre los presos.
En poco más de una década, en aras de la guerra contra el terrorismo por las celdas de este penal han pasado un total de 779 prisioneros, la mayoría de ellos liberados sin que ni siquiera se presentaran acusaciones contra ellos. En la actualidad, Guantánamo alberga 164 reos.
Cuando el equipo de RT entró a grabar en esta cárcel, pudieron ver celdas vacías y limpias con pijamas planchados, pasta dentífrica de marca y champú, pero los presos estaban lejos de los objetivos. A pesar de que la huelga de hambre con la que los presos querían atraer atención a sus problemas se considera oficialmente terminada, se rumorea que alrededor de 15 personas continúan recibiendo alimentación forzada, un proceso que se lleva a cabo a través de una sonda especial desde la nariz hasta el estómago.
Según los principales organismos de medicina a nivel mundial, se trata de una práctica que no es ética y no debería llevarse a cabo.
Moazzam Begg, que cumplió condena en Guantánamo, contó que es común entre los prisioneros tachar esta forma de alimentarse de práctica inhumana.
"Prisioneros que nunca se han visto unos a otros, que hablan en idiomas diferentes, dicen lo mismo: que fueron torturados, que cometieron abusos contra ellos, que les ataban sus manos a la silla, que les encadenaban las piernas al suelo, les ponían una correa en la cabeza y les forzaban a alimentarse metiéndoles una sonda por la nariz", explicó Begg.
Por su parte, las autoridades declaran que no solo supervisan el estado físico, sino también psicológico de los reos para evitar situaciones complicadas. De esta forma, las autoridades descartan que en esta cárcel pueda haber caras desfigiradas o muecas de infelicidad, al menos sobre papel.
Cada día en el polémico centro de detención de Guantánamo suena el himno nacional de EE.UU., lo que para unos significa pasar una jornada más en el infierno. Sin embargo, para otros la realidad es diferente.
"Aquí hay playa y es muy bonito. De hecho no hay nada malo en este lugar", explicó a RT Danielle Heinz, guardia en el campamento 6.
Para quienes están al otro lado del alambre de espino cada día les augura un desafío: sobrevivir en este presidio. Torturas, huelgas de hambre y algunos suicidios han manchado la imagen de este lugar en reiteradas ocasiones desde su apertura en 2002. De hecho, se calcula que en el centro de Guantánamo se han registrado al menos seis suicidios y decenas de intentos entre los presos.
En poco más de una década, en aras de la guerra contra el terrorismo por las celdas de este penal han pasado un total de 779 prisioneros, la mayoría de ellos liberados sin que ni siquiera se presentaran acusaciones contra ellos. En la actualidad, Guantánamo alberga 164 reos.
¿Continúa la alimentación forzada?
Cuando el equipo de RT entró a grabar en esta cárcel, pudieron ver celdas vacías y limpias con pijamas planchados, pasta dentífrica de marca y champú, pero los presos estaban lejos de los objetivos. A pesar de que la huelga de hambre con la que los presos querían atraer atención a sus problemas se considera oficialmente terminada, se rumorea que alrededor de 15 personas continúan recibiendo alimentación forzada, un proceso que se lleva a cabo a través de una sonda especial desde la nariz hasta el estómago.
Según los principales organismos de medicina a nivel mundial, se trata de una práctica que no es ética y no debería llevarse a cabo.
Moazzam Begg, que cumplió condena en Guantánamo, contó que es común entre los prisioneros tachar esta forma de alimentarse de práctica inhumana.
"Prisioneros que nunca se han visto unos a otros, que hablan en idiomas diferentes, dicen lo mismo: que fueron torturados, que cometieron abusos contra ellos, que les ataban sus manos a la silla, que les encadenaban las piernas al suelo, les ponían una correa en la cabeza y les forzaban a alimentarse metiéndoles una sonda por la nariz", explicó Begg.
Por su parte, las autoridades declaran que no solo supervisan el estado físico, sino también psicológico de los reos para evitar situaciones complicadas. De esta forma, las autoridades descartan que en esta cárcel pueda haber caras desfigiradas o muecas de infelicidad, al menos sobre papel.
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