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Indecisión en Ucrania: una aldea fronteriza debate si seguir los pasos de Crimea
Mientras en Crimea se siguen recibiendo los cambios progresivos del Gobierno ruso, en algunas de las localidades cercanas a su frontera crece la polémica entre los habitantes sobre si deberían seguir los pasos de la península.
Como en muchas localidades exsoviéticas, en el poblado de Strelkóvoye hay una estatua de Lenin en la plaza principal. Este lugar se encuentra en la lengua de tierra de Arabátskaya, una estrecha extensión de tierra situada en el mar de Azov, y se caracteriza por su extrema tranquilidad.
Arabátskaya nace en la península de Crimea y sus poco más de 100 kilómetros de largo casi tocan tierra firme ucraniana. Acoge cuatro pequeñas poblaciones en su parte norteña, que actualmente pertenecen a Ucrania. Sin embargo, no siempre fue así. En tiempos de la URSS, este peculiar territorio formaba parte de la península. Cuando Nikita Jruschov entregó Crimea a Ucrania, la mitad de la zona pasó a pertenecer a una región sureña de Ucrania y desde entonces ha permanecido así.
Strelkóvoye se encuentra a solo unos kilómetros de la frontera con Crimea. Tras la unión de Crimea a Rusia, algunos de sus ciudadanos se han comenzado a preguntar si otro cambio de nacionalidad les sería favorable.
"Sinceramente, preferiría que nos uniéramos a Crimea y a Rusia. Al menos así ganaríamos algo de estabilidad en nuestras vidas. Hoy en día no la tenemos. Mírame, con mi edad y aún tengo que trabajar porque con mi pensión no tengo suficiente", asegura a RT Galina, una vecina del lugar.
Con la reciente reunificación, en Strelkóvoye han visto cómo los habitantes de Crimea han recibido suculentas ayudas económicas de Moscú y eso les hace cuestionarse la situación de desventaja en la que se encuentran.
"Estamos sufriendo a causa de nuestras autoridades. Hace poco que recortaron las ayudas a los jóvenes y también las pensiones. ¿Por qué no se recortan sus salarios?", dice Anna, otra vecina. Por otro lado, hay quienes huyen del cambio y prefieren quedarse como y donde están: en Ucrania.
"Los que piden que estas tierras pasen a formar parte de Crimea no quieren a su patria. ¿Por qué no lo habían dicho antes? ¿Por qué ahora? Esto es una provocación por parte de los que no valoran su patria", dijo otro residente de Strelkóvoye.
Las autoridades locales, por su parte, aseguran no querer participar en la polémica que recorre las calles de la ciudad.
"Aquí no habrá referéndum de momento. Claro que los ciudadanos ven los cambios en Crimea. ¡Les han subido los salarios y las pensiones! ¡Nosotros también queremos eso! Pero pasar de Ucrania a Crimea podría traernos también más inestabilidad, señala el alcalde, Alexánder Ponomariov.
Arabátskaya nace en la península de Crimea y sus poco más de 100 kilómetros de largo casi tocan tierra firme ucraniana. Acoge cuatro pequeñas poblaciones en su parte norteña, que actualmente pertenecen a Ucrania. Sin embargo, no siempre fue así. En tiempos de la URSS, este peculiar territorio formaba parte de la península. Cuando Nikita Jruschov entregó Crimea a Ucrania, la mitad de la zona pasó a pertenecer a una región sureña de Ucrania y desde entonces ha permanecido así.
Strelkóvoye se encuentra a solo unos kilómetros de la frontera con Crimea. Tras la unión de Crimea a Rusia, algunos de sus ciudadanos se han comenzado a preguntar si otro cambio de nacionalidad les sería favorable.
"Sinceramente, preferiría que nos uniéramos a Crimea y a Rusia. Al menos así ganaríamos algo de estabilidad en nuestras vidas. Hoy en día no la tenemos. Mírame, con mi edad y aún tengo que trabajar porque con mi pensión no tengo suficiente", asegura a RT Galina, una vecina del lugar.
Con la reciente reunificación, en Strelkóvoye han visto cómo los habitantes de Crimea han recibido suculentas ayudas económicas de Moscú y eso les hace cuestionarse la situación de desventaja en la que se encuentran.
"Estamos sufriendo a causa de nuestras autoridades. Hace poco que recortaron las ayudas a los jóvenes y también las pensiones. ¿Por qué no se recortan sus salarios?", dice Anna, otra vecina. Por otro lado, hay quienes huyen del cambio y prefieren quedarse como y donde están: en Ucrania.
"Los que piden que estas tierras pasen a formar parte de Crimea no quieren a su patria. ¿Por qué no lo habían dicho antes? ¿Por qué ahora? Esto es una provocación por parte de los que no valoran su patria", dijo otro residente de Strelkóvoye.
Las autoridades locales, por su parte, aseguran no querer participar en la polémica que recorre las calles de la ciudad.
"Aquí no habrá referéndum de momento. Claro que los ciudadanos ven los cambios en Crimea. ¡Les han subido los salarios y las pensiones! ¡Nosotros también queremos eso! Pero pasar de Ucrania a Crimea podría traernos también más inestabilidad, señala el alcalde, Alexánder Ponomariov.
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