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EE.UU. considera autoritario a cualquier Gobierno "que no sea su lacayo"
"La mitad de los países del planeta están en guerra", pero en los estados donde a EE.UU. le conviene, las condiciones para unas elecciones se declaran "idóneas", insiste la analista política Conchetta Dellavernia.
Bashar al Assad es un "dictador brutal" que "carece de credibilidad", según la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Marie Harf. En una rueda de prensa la diplomática insistió en que Damasco "había negado intencionadamente a millones de sirios el derecho al voto, mientras prosigue la masacre del electorado que afirma representar y proteger".
La medianoche de este martes en Siria concluyeron los comicios presidenciales que, por primera vez en medio siglo, se han celebrado con la participación de varios candidatos, normativa fue establecida en la nueva Constitución aceptada en 2012. Según la nueva versión del documento, el jefe de Estado es elegido para siete años y no puede permanecer en el cargo más de dos mandatos. Las autoridades sirias hablan de una alta participación, aunque no dan las cifras, y pronostican la victoria de Al Assad. Tanto la oposición siria como Washington tachan los comicios de "farsa" apelando a la imposibilidad de votar en los territorios más sacudidos por la guerra.
En realidad, a EE.UU. "le importa poco" si un país está en guerra. Si le conviene, consideran las elecciones "completamente democráticas", insiste la analista política Conchetta Dellavernia. "El problema que tiene EE.UU. es que para ellos son malos y son dictadores cualquier Gobierno que no sea un lacayo suyo o esté bajo su zona de influencia", sostiene. Y añade: "Ni EE.UU. ni la OTAN pueden nombrar la palabra 'democracia' ni paz, porque ellos no la conocen".
La medianoche de este martes en Siria concluyeron los comicios presidenciales que, por primera vez en medio siglo, se han celebrado con la participación de varios candidatos, normativa fue establecida en la nueva Constitución aceptada en 2012. Según la nueva versión del documento, el jefe de Estado es elegido para siete años y no puede permanecer en el cargo más de dos mandatos. Las autoridades sirias hablan de una alta participación, aunque no dan las cifras, y pronostican la victoria de Al Assad. Tanto la oposición siria como Washington tachan los comicios de "farsa" apelando a la imposibilidad de votar en los territorios más sacudidos por la guerra.
En realidad, a EE.UU. "le importa poco" si un país está en guerra. Si le conviene, consideran las elecciones "completamente democráticas", insiste la analista política Conchetta Dellavernia. "El problema que tiene EE.UU. es que para ellos son malos y son dictadores cualquier Gobierno que no sea un lacayo suyo o esté bajo su zona de influencia", sostiene. Y añade: "Ni EE.UU. ni la OTAN pueden nombrar la palabra 'democracia' ni paz, porque ellos no la conocen".
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