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Confirmado: La CIA espiaba al Senado estadounidense
Una investigación interna reveló que los empleados de la CIA se conectaron en secreto a los ordenadores de algunos de los miembros del Senado estadounidense para buscar datos sobre las torturas clandestinas de la agencia.
El director de la CIA, John Brennan, confirmó que los empleados de su agencia vigilaban clandestinamente las actividades de ciertos miembros del Senado responsables de la preparación del informe sobre las prácticas de las torturas de la CIA, según 'McClutchy DC'.
El asunto surgió en marzo, cuando la senadora demócrata de California, Dianne Feinstein, denunció que la CIA había registrado su computadora y había borrado ciertos archivos clave pertenecientes al informe. En aquel momento el director de la CIA negó las acusaciones por "no tener pruebas" y llamó a una investigación del asunto.
Posteriormente el portavoz de la CIA, Dean Boyd, confirmó las revelaciones de la investigación interna e informó que estaba en marcha un análisis adicional destinado a averiguar las formas concretas de vigilancia clandestina.
Según el comunicado de Boyd, "el director [John Brennan] pidió disculpas a los senadores por aquellas acciones de la CIA". Además, todos los hechos revelados por la investigación serán analizados por una junta disciplinaria para determinar medidas de prevención de ese tipo de infracciones en el futuro y una forma de penalizar a los responsables.
La oficina de Dianne Feinstein todavía está bajo inspección para determinar si los archivos confidenciales sobre las torturas de la agencia fueron borrados ilegalmente por la CIA. Si se confirma este delito, el Departamento de Justicia podría iniciar un caso penal contra la CIA. Por el momento el organismo jurídico afirma que no hay bastantes pruebas para declarar una acción legal por espionaje y robo de documentos.
Referiéndose a este caso, el famoso expolítico estadounidense Ron Paul instó a "cerrar la CIA" en un artículo reciente.
El asunto surgió en marzo, cuando la senadora demócrata de California, Dianne Feinstein, denunció que la CIA había registrado su computadora y había borrado ciertos archivos clave pertenecientes al informe. En aquel momento el director de la CIA negó las acusaciones por "no tener pruebas" y llamó a una investigación del asunto.
Posteriormente el portavoz de la CIA, Dean Boyd, confirmó las revelaciones de la investigación interna e informó que estaba en marcha un análisis adicional destinado a averiguar las formas concretas de vigilancia clandestina.
Según el comunicado de Boyd, "el director [John Brennan] pidió disculpas a los senadores por aquellas acciones de la CIA". Además, todos los hechos revelados por la investigación serán analizados por una junta disciplinaria para determinar medidas de prevención de ese tipo de infracciones en el futuro y una forma de penalizar a los responsables.
La oficina de Dianne Feinstein todavía está bajo inspección para determinar si los archivos confidenciales sobre las torturas de la agencia fueron borrados ilegalmente por la CIA. Si se confirma este delito, el Departamento de Justicia podría iniciar un caso penal contra la CIA. Por el momento el organismo jurídico afirma que no hay bastantes pruebas para declarar una acción legal por espionaje y robo de documentos.
Referiéndose a este caso, el famoso expolítico estadounidense Ron Paul instó a "cerrar la CIA" en un artículo reciente.
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