Los rebeldes sirios denuncian la presunta matanza de al menos 100 civiles
"Tenemos a cien muertos en las afueras de las ciudades de Al Qubeir
y Maarzaf, entre ellos hay 20 mujeres y 20 niños", dice Mohammed Sermini, portavoz de los Comités de Coordinación Local, un grupo opositor sirio, que acusa al régimen de haber realizado "otra masacre".Según denuncian los rebeldes, la mayoría de las víctimas fueron asesinadas con armas de fuego y armas blancas, mientras que un gran número de casas fueron quemadas.
Según la declaración de Damasco, el Ejército gubernamental fue a ayudar a los locales, cuando les atacaron los terroristas armados.
"Las fuerzas gubernamentales de Siria atacaron el escondite de los terroristas en Al Qubeir después de que los ciudadanos locales les pidieran ayuda", dice el mensaje oficial. Según la declaración del Gobierno sirio, todos los miembros del grupo extremista que atacó Al Qubeir fueron abatidos.
Damasco rechaza su implicación en el asesinato de decenas de civiles en Hama. Según el Gobierno, la masacre en dos aldeas cercanas en la provincia de Hama fue realizado con el objetivo de presionar a Damasco en vísperas de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis siria.
"El delito lleno de odio fue realizado contra los ciudadanos de Al Qubeir en vísperas de la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU y otros encuentros internacionales con el fin de presionar a Siria", dice la declaración oficial del Gobierno sirio.
Por su parte, la agencia oficial SANA reportó la muerte de más de 20 militares y policías que fallecieron en enfrentamientos con grupos armados opositores. De acuerdo con la misma fuente, esas formaciones mataron al general del ejército Ahmad Merhej en las cercanías de Damasco, a la niña Afraa Adhan en Buwayda -suburbio de la capital- y a dos policías en Latakia.
Previamente, el 26 de mayo en la ciudad siria de Houla, fueron asesinados 108 civiles y 300 personas resultaron heridas. La oposición acusó al Ejército sirio del delito pero la investigación, llevada a cabo por las autoridades sirias, atribuyó los asesinatos de civiles en Houla a la actividad de unos 800 rebeldes.
Tras lo sucedido en Houla, ha aumentado la presión internacional, y las principales potencias occidentales decidieron expulsar a los embajadores sirios de sus países. Los rebeldes, a su vez, rompieron su compromiso con el alto el fuego, que entró en vigor el 12 de abril.
El conflicto que comenzó en Siria entre la oposición y el régimen en marzo de 2011 ha causado, según la ONU, más de 10.000 muertos, 230.000 los desplazados internos y 60.000 refugiados en países limítrofes.