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La 'primavera árabe' complica la posicion de Israel en Oriente Medio
Tres proyectiles de mortero procedentes de Siria cayeron este jueves en los Altos del Golán, una área disputada entre Israel y Siria. Mientras tanto, el espíritu revolucionario ha penetrado en muchos territorios, incluso en aquellos que Israel acostumbraba a considerar propios.
Entre esos territorios están los mismos Altos del Golán, anexionados por el Estado hebreo hace 45 años durante la Guerra de los Seis Días con Damasco. Miles de personas que viven aquí se consideran todavía sirios.
“Israel es un país estable pero desde nuestra perspectiva histórica somos parte de la nación siria, y eso está en nuestra cultura. Queremos estar bajo la autoridad de Siria. Incluso bajo este régimen opresivo, queremos ser parte de Siria”, dice Suleiman Omasha, miembro del Consejo de oposición siria.
A pesar de los años transcurridos la cuestión sigue generando tensión entre los dos países. Damasco declaraba que la paz es imposible sin la resolución del problema de los Altos del Golán. Algunos datos apuntan a que las naciones llevan en secreto negociaciones sobre el asunto.
Sin embargo, con el inicio de las revueltas populares la situación cambió y muchos tienen la tentación de hacer uso de los métodos militares que tanto efecto han causado últimamente en el mundo árabe.
“El Golán volverá a Siria. Lo que se fue con guerra, con guerra tendrá que regresar”, dice el activista político Gandi Kahloni, de Majdal Shams, en los Altos del Golán.
Los Altos del Golán no son el único dolor de cabeza para Israel a causa de la 'primavera árabe'. Los nuevos gobiernos no se muestran dispuestos a mantener la política tolerante de los viejos líderes hacia Tel Aviv.
“Israel debería acostumbrarse a un Oriente Medio diferente para todos los intentos y propósitos. Creo que lo más importante desde la caída de Mubarak y los Hermanos Musulmanes es, sin duda alguna, un Oriente Medio mucho más difícil para Israel”, dice Uzi Rabi, profesor del centro Moshe Dayan para los estudios de Oriente Medio de la Universidad de Tel Aviv.
Y es que una ola revolucionaria es un proceso difícil de parar. Y sobre todo para un país que se encuentra directamente en medio de esta tormenta.
“Israel es un país estable pero desde nuestra perspectiva histórica somos parte de la nación siria, y eso está en nuestra cultura. Queremos estar bajo la autoridad de Siria. Incluso bajo este régimen opresivo, queremos ser parte de Siria”, dice Suleiman Omasha, miembro del Consejo de oposición siria.
A pesar de los años transcurridos la cuestión sigue generando tensión entre los dos países. Damasco declaraba que la paz es imposible sin la resolución del problema de los Altos del Golán. Algunos datos apuntan a que las naciones llevan en secreto negociaciones sobre el asunto.
Sin embargo, con el inicio de las revueltas populares la situación cambió y muchos tienen la tentación de hacer uso de los métodos militares que tanto efecto han causado últimamente en el mundo árabe.
“El Golán volverá a Siria. Lo que se fue con guerra, con guerra tendrá que regresar”, dice el activista político Gandi Kahloni, de Majdal Shams, en los Altos del Golán.
"Oriente Medio mucho más difícil para Israel"
Los Altos del Golán no son el único dolor de cabeza para Israel a causa de la 'primavera árabe'. Los nuevos gobiernos no se muestran dispuestos a mantener la política tolerante de los viejos líderes hacia Tel Aviv.
“Israel debería acostumbrarse a un Oriente Medio diferente para todos los intentos y propósitos. Creo que lo más importante desde la caída de Mubarak y los Hermanos Musulmanes es, sin duda alguna, un Oriente Medio mucho más difícil para Israel”, dice Uzi Rabi, profesor del centro Moshe Dayan para los estudios de Oriente Medio de la Universidad de Tel Aviv.
Y es que una ola revolucionaria es un proceso difícil de parar. Y sobre todo para un país que se encuentra directamente en medio de esta tormenta.
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