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Monsanto afronta demandas colectivas por el trigo transgénico en EE.UU.
Agricultores estadounidenses han presentado dos demandas colectivas contra la mayor empresa mundial de biotecnología, Monsanto, tras el hallazgo de campos de trigo genéticamente modificado en el estado de Oregón.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés) comenzó a investigar el caso después de que un granjero de Oregón descubriera un campo con trigo biotecnológico no autorizado.
El granjero envió muestras del trigo a la Universidad Estatal de Oregón que se puso en contacto con el USDA, y este confirmó que se trataba del trigo transgénico cultivado durante los experimentos genéticos que Monsanto llevó a cabo en 16 estados del país entre los años 1998 y 2005, lo que quiere decir que esa variedad de trigo modificado genéticamente fue desarrollada años atrás pero no está aprobada para la venta ni el consumo.
En las demandas presentadas contra el gigante de biotecnología los agricultores afirman que Monsanto debía haber tenido en cuenta que los experimentos con trigo transgénico representaban cierto riesgo para los granjeros. Los demandantes acusan a la empresa de negligencia y exigen compensaciones por los daños sufridos.
Por ejemplo, Ernest Barnes, un productor de trigo de Kansas, que fue el primero en demandar a Monsanto el pasado 5 de junio, exigió 100.000 dólares por las pérdidas que le ha originado la bajada del precio del trigo causada por el descubrimiento de las semillas transgénicas en la zona.
Los agricultores también piden que Monsanto descontamine tierras de cultivo, equipos e instalaciones de almacenamiento que puedan contener semillas genéticamente modificadas.
Asimismo, los demandantes aseguraron que "la empresa conocía los posibles efectos perjudiciales que podía tener el uso de este tipo de cultivos en el mercado" señalando que la presencia en EE.UU. de trigo genéticamente modificado afectó al mercado tanto nacional como mundial y puso en peligro las exportaciones.
La mitad de la cosecha de trigo del país se exporta, lo que representa unos ingresos anuales de 9.000 millones de dólares. Después de que los funcionarios del Departamento de Agricultura de EE.UU. confirmaran que el trigo de Oregón procedía de semillas de Monsanto, Japón, Corea del Sur y México suspendieron inmediatamente las importaciones de EE.UU. Por su parte, la Unión Europea, que importa normalmente más de un millón de toneladas de trigo anuales desde EE.UU., estableció un control más riguroso del cereal procedente del país.
El granjero envió muestras del trigo a la Universidad Estatal de Oregón que se puso en contacto con el USDA, y este confirmó que se trataba del trigo transgénico cultivado durante los experimentos genéticos que Monsanto llevó a cabo en 16 estados del país entre los años 1998 y 2005, lo que quiere decir que esa variedad de trigo modificado genéticamente fue desarrollada años atrás pero no está aprobada para la venta ni el consumo.
En las demandas presentadas contra el gigante de biotecnología los agricultores afirman que Monsanto debía haber tenido en cuenta que los experimentos con trigo transgénico representaban cierto riesgo para los granjeros. Los demandantes acusan a la empresa de negligencia y exigen compensaciones por los daños sufridos.
Por ejemplo, Ernest Barnes, un productor de trigo de Kansas, que fue el primero en demandar a Monsanto el pasado 5 de junio, exigió 100.000 dólares por las pérdidas que le ha originado la bajada del precio del trigo causada por el descubrimiento de las semillas transgénicas en la zona.
Los agricultores también piden que Monsanto descontamine tierras de cultivo, equipos e instalaciones de almacenamiento que puedan contener semillas genéticamente modificadas.
Asimismo, los demandantes aseguraron que "la empresa conocía los posibles efectos perjudiciales que podía tener el uso de este tipo de cultivos en el mercado" señalando que la presencia en EE.UU. de trigo genéticamente modificado afectó al mercado tanto nacional como mundial y puso en peligro las exportaciones.
La mitad de la cosecha de trigo del país se exporta, lo que representa unos ingresos anuales de 9.000 millones de dólares. Después de que los funcionarios del Departamento de Agricultura de EE.UU. confirmaran que el trigo de Oregón procedía de semillas de Monsanto, Japón, Corea del Sur y México suspendieron inmediatamente las importaciones de EE.UU. Por su parte, la Unión Europea, que importa normalmente más de un millón de toneladas de trigo anuales desde EE.UU., estableció un control más riguroso del cereal procedente del país.
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