¿Es la caída del precio del oro la ruina de la economía mundial?
La caída del precio del oro a 1.072,30 dólares por onza, el nivel más bajo desde febrero de 2010, ha puesto en duda el estatus tradicional de este metal como refugio seguro en tiempos difíciles, escribe 'The National Interest'.
Los analistas reducen sus pronósticos en un entorno de expectativas de que la Reserva Federal suba las tasas de interés, empeorando el atractivo de las inversiones en oro. Asimismo, el anuncio por parte de China de un reserva de oro mucho menor de la que se esperaba, ha generado aún más desaliento. Mientras, el suministro de las minas ha crecido desde 2.845 toneladas en 2011 hasta 3.129 toneladas en 2014, y el exceso estimado empieza a reflejarse en los precios. "El estado de ánimo es muy bajo", ha comentado en analista de Deutsche Bank, Grant Sporre.
Los analistas del fondo de inversión Macquarie Group han rebajado su pronóstico para 2016 a 1.163 dólares, advirtiendo que lo peor aún puede estar por llegar. Deutche Bank a su vez ha anunciado que el oro debe perder un 30 por ciento más hasta alcanzar los 850 dólares para llegar a su "valor justo".
En consecuencia, los inversores se han apresurado a vender fondos respaldados en oro y se ha visto afectada también la industria minera, de modo que un 10 por ciento de toda la producción ha dejado de ser rentable y los beneficios de una tercera parte de los mineros productores están bajo amenaza.
No obstante, "el pronóstico a largo plazo puede ser más positivo para el metal precioso", escribe Fensom citando a ANZ Research, que ha pronosticado un crecimiento hasta 2.000 dólares por onza para 2025, mientras Asia pasará a representar más de la mitad de la economía global para 2050. "China y la India ya son los mayores consumidores de oro en el mundo, y los ingresos tienen un largo camino por recorrer hasta alcanzar los niveles del mundo desarrollado", señaló ANZ.
Dado que el nivel de la demanda de oro media en las economías emergentes de Asia equivale a la mitad del de las economías desarrolladas, los analistas pronostican que la demanda, tanto por parte de los minoristas como de las instituciones, se duplicará. También se prevé que los bancos centrales de Asia aumenten sus reservas de oro. Mientras tanto, se estima que el suministro de oro va a respaldar la tendencia, ya que los mineros serán incapaces de expandir rápidamente la producción.