Economía
Del Atlántico al Pacífico: "Europa y Rusia juntas podrían convertirse en superpotencia"
Europa y Rusia juntas podrían convertirse en una superpotencia como EE.UU. y China, cree el presidente de los Ferrocarriles de Rusia (RZD), Vladímir Yakúnin.
"Rusia está a favor de una cooperación más estrecha con Alemania y Europa y cree que Europa no es capaz de hacer frente a la actual crisis en la eurozona sin una asociación con Rusia", dice Yakúnin, citado por el diario alemán 'Süddeutsche Zeitung'.
Según Yakúnin, Europa tiene problemas no solamente en el ámbito económico: "Europa ha dejado de ser independiente desde el punto de vista político o militar, y actúa solo como un socio menor de Estados Unidos". El jefe de la empresa rusa teme que si la UE y Rusia siguen alejándose la una de la otra, "se retornará a una confrontación bipolar que las separará en diferentes polos, lo que llevará consigo unas graves consecuencias sociales y económicas para ambas partes".
Solamente la cooperación política y económica entre Rusia y la UE podría ayudar a evitar este escenario, movilizando el potencial de las regiones, sobre todo porque los países tienen una historia común y valores religiosos y culturales similares, explica Yakúnin. "Sería bastante racional combinar los recursos rusos y europeos. Dada la posición geográfica de Rusia, ella estaría dispuesta a contribuir al desarrollo de una infraestructura global y la integración económica entre la UE, China y EE.UU.", declara el presidente de los Ferrocarriles, citado por el rotativo alemán.
Un proyecto de Eurasia común, resume Yakúnin, "sería un impacto positivo para el futuro de Europa y Asia".
La concepción de crear 'una sociedad económica desde Lisboa a Vladivostok' fue propuesta primeramente en 2010 por el entonces primer ministro ruso, Vladimir Putin, quien al igual que Yakúnin, escribió un artículo para 'Süddeutsche Zeitung'. "Las enseñanzas que hemos sacado de la crisis financiera nos llevan a pensar en cómo Rusia y la UE podrían conseguir juntas un mercado continental", explicó Putin. Mencionó "un cúmulo de desigualdades globales" y afirmó que "el modelo en el que un centro produce y la periferia compra y consume está agotado. La postcrisis dará lugar a nuevas estructuras".
Putin pidió abiertamente una zona de libre comercio y una política industrial común con la UE, mencionando una vez más la necesidad de eliminar los visados.
Al convertirse en presidente de Rusia en 2012, Putin volvió a la idea y encargó al Ministerio de Asuntos Exteriores de expandir y desarrollar la concepción de un territorio 'desde Lisboa a Vladivostok'. En la Concepción de la Política Exterior de Rusia de 2013 -un documento clave que define la línea de actuación exterior rusa-, tercera en la historia del país moderno, apareció el siguiente párrafo: "En sus relaciones con la Unión Europea, la tarea principal de Rusia como una parte integral e inseparable de la civilización europea es promover la creación de un espacio económico y humanitario común desde el Atlántico hasta el Pacífico".
Mientras tanto, la UE critica el proyecto de Putin. En 2010 la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que la política económica de Rusia no se corresponde con la iniciativa de Putin. "Hubiera reaccionado a esto con cierto escepticismo. Los recientes pasos de Rusia están orientados hacia el otro lado", dijo Merkel, refiriéndose a la Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán.
Según Yakúnin, Europa tiene problemas no solamente en el ámbito económico: "Europa ha dejado de ser independiente desde el punto de vista político o militar, y actúa solo como un socio menor de Estados Unidos". El jefe de la empresa rusa teme que si la UE y Rusia siguen alejándose la una de la otra, "se retornará a una confrontación bipolar que las separará en diferentes polos, lo que llevará consigo unas graves consecuencias sociales y económicas para ambas partes".
Solamente la cooperación política y económica entre Rusia y la UE podría ayudar a evitar este escenario, movilizando el potencial de las regiones, sobre todo porque los países tienen una historia común y valores religiosos y culturales similares, explica Yakúnin. "Sería bastante racional combinar los recursos rusos y europeos. Dada la posición geográfica de Rusia, ella estaría dispuesta a contribuir al desarrollo de una infraestructura global y la integración económica entre la UE, China y EE.UU.", declara el presidente de los Ferrocarriles, citado por el rotativo alemán.
Un proyecto de Eurasia común, resume Yakúnin, "sería un impacto positivo para el futuro de Europa y Asia".
"Espacio común desde el Atlántico hasta el Pacífico"
La concepción de crear 'una sociedad económica desde Lisboa a Vladivostok' fue propuesta primeramente en 2010 por el entonces primer ministro ruso, Vladimir Putin, quien al igual que Yakúnin, escribió un artículo para 'Süddeutsche Zeitung'. "Las enseñanzas que hemos sacado de la crisis financiera nos llevan a pensar en cómo Rusia y la UE podrían conseguir juntas un mercado continental", explicó Putin. Mencionó "un cúmulo de desigualdades globales" y afirmó que "el modelo en el que un centro produce y la periferia compra y consume está agotado. La postcrisis dará lugar a nuevas estructuras".
Putin pidió abiertamente una zona de libre comercio y una política industrial común con la UE, mencionando una vez más la necesidad de eliminar los visados.
Al convertirse en presidente de Rusia en 2012, Putin volvió a la idea y encargó al Ministerio de Asuntos Exteriores de expandir y desarrollar la concepción de un territorio 'desde Lisboa a Vladivostok'. En la Concepción de la Política Exterior de Rusia de 2013 -un documento clave que define la línea de actuación exterior rusa-, tercera en la historia del país moderno, apareció el siguiente párrafo: "En sus relaciones con la Unión Europea, la tarea principal de Rusia como una parte integral e inseparable de la civilización europea es promover la creación de un espacio económico y humanitario común desde el Atlántico hasta el Pacífico".
Mientras tanto, la UE critica el proyecto de Putin. En 2010 la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que la política económica de Rusia no se corresponde con la iniciativa de Putin. "Hubiera reaccionado a esto con cierto escepticismo. Los recientes pasos de Rusia están orientados hacia el otro lado", dijo Merkel, refiriéndose a la Unión Aduanera de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán.
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