La revolución de Francisco en 8 gestos: el Papa que movió los cimientos de la Iglesia
Desde que se convirtió en la máxima autoridad de la Iglesia católica, Francisco ha mostrado una actitud muy diferente a la que había mantenido su predecesor, Benedicto XVI. Semanas después de su elección ya comenzó a proponer una apertura en todos los postulados eclesiásticos. 'The Washington Post' ha recopilado las ocho declaraciones que más polémica han suscitado.
Hasta los ateos pueden ir al cielo
En mayo de 2013, apenas dos meses después de asumir el papado, Francisco aseguró que hasta quienes no creen en Dios pueden ir al cielo si llevan vidas buenas y honorables. "El Señor nos ha redimido a todos con la sangre de Cristo, no solo a los católicos. 'Padre, ¿a los ateos?' Hasta a los ateos. A todos", expresó durante una homilía.
Más tarde, en una entrevista citada por Acontecer Cristiano ratificó esta misma opinión: "Usted me pregunta si el Dios de los cristianos perdona a los que no creen y que no buscan la fe. Puedo empezar diciendo -y esto es lo fundamental- que la misericordia de Dios no tiene límites si usted va a él con el corazón sincero y arrepentido. El pecado, incluso para aquellos que no tienen fe, se origina cuando las personas desobedecen a su conciencia", aseguró.
Desafío a los trepadores
Uno de los primeros blancos de las críticas del papa fueron aquellos líderes religiosos que solo buscan ascender en su jerarquía eclesiástica. En junio de 2013, durante un discurso ante jóvenes sacerdotes, fue aún más duro y definió a la ambición de ascender dentro de la jerarquía como "una lepra".
En ese sentido, Francisco declaró, según recogió 'Público', que "los hombres y mujeres de la Iglesia que son ambiciosos, trepadores que usan a la gente, a la Iglesia, a hermanos y hermanas, como un trampolín para sus propias ambiciones e intereses personales causan un grave daño a la Iglesia".
El Papa no juzga a los homosexuales
La Jornada Mundial de la Juventud 2013 había quedado atrás. Francisco regresaba a Roma y en el avión volvió a hablar con la prensa. Allí se refirió a la homosexualidad y, otra vez, sorprendió a todos: "Si alguien es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad ¿quién soy yo para juzgar?". "El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda. Dice que no se deben marginar a estas personas. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby", agregó.
Crítica a la globalización
Su cuestionamiento de la cultura del consumo y del sistema económico mundial es terminante y así lo sintieron, en especial, lo conservadores estadounidenses. En un escrito publicado en noviembre de 2013, el Santo Padre fue duro con la "economía de la exclusión y la inequidad" a la que acusó de "matar". "Vivimos en la idolatría del dinero", dijo Francisco -según recoge El Confidencial-, al tiempo que denunció la "corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta que han asumido dimensiones mundiales".
Audiencia embarazosa
A principios de este año, el papa fue criticado por los liberales tras cuestionar a quienes no reconocen a la mujer y al hombre como las únicas creaciones divinas y establecer un paralelismo con las "armas nucleares". "Pensemos en las armas nucleares, en su capacidad de aniquilar en unos pocos instantes un alto número de vidas humanas. Pensemos en la manipulación genética, en la manipulación de la vida, o en la teoría del género, que no reconocen el orden de la creación", dijo Francisco, según publicó el portal Dos Manzanas. "Con esta actitud, el hombre comete un nuevo pecado contra el Dios Creador. La verdadera custodia de la creación nada tiene que ver con ideologías que consideran al hombre un accidente, un problema al que eliminar", continuó.
Más tarde, recuerda 'The Washington Post', el papa recibió en el Vaticano a Diego Neria Lejarraga, que nació mujer pero vive como transgénero. En el encuentro, el español le preguntó si podía tener un lugar en la iglesia y Francisco respondió le respondió únicamente con un abrazo.
Encíclica sobre el medio ambiente
Francisco impuso en el seno de la Iglesia el debate sobre la ecología, calificando la polución como un pecado. Tras afirmar que "nunca" se ha "maltratado y lastimado" al planeta "como en los últimos dos siglos", el papa tachó de obligación moral el logro de acuerdos internacionales para combatir el calentamiento global.
"Hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social", señaló Francisco, según lo reprodujo 'La Nación'.
Esta postura despertó la crítica del cardenal australiano George Pell, que aseguró que "la Iglesia no tiene ningún mandato del Señor para pronunciarse sobre cuestiones científicas".
Perdón a las mujeres que abortan
La semana pasada, el papa afirmó que los sacerdotes de todo el mundo podrán perdonar a las mujeres que hayan abortado. "Conozco bien los condicionamientos que condujeron (a las mujeres) a esa decisión. Sé que es un drama existencial y moral. He encontrado a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa", afirmó Francisco, según lo reprodujo 'El Comercio'.
Por eso, y contra quienes "viven el drama del aborto con una conciencia superficial", el sumo pontífice concedió a los prelados "la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y, arrepentidos de corazón, piden por ello perdón", durante el año del Jubileo que comenzará el próximo 8 de diciembre.
Anulación del matrimonio
Por último, el papa otorgó a los obispos la posibilidad de facilitar los procesos de anulación del matrimonio, lo que se suma al pedido que había realizado el mes pasado para abrirle las puertas a los católicos que volvieron a casarse.