Sociedad
EE.UU.: Un estudio revela problemas psicológicos profundos en el servicio de fuerzas nucleares
Un estudio interno revela que los miembros clave de la fuerza de misiles nucleares de EE.UU. se sienten completamente "fatigados" por su trabajo que, aparte de ser estresante e ingrato, creen que no tiene futuro.
La agencia AP publicó un estudio confidencial conducido por el centro analítico RAND debido a los frecuentesincidentes con misiles nucleares. Fue realizado el año pasado entre los oficiales de la Fuerza de Misiles Balísticos Intercontinental
(ICBM, por sus siglas en inglés) que forma parte de la Fuerza Aérea de EE.UU.
Aparte de comprobar el impacto psicológico negativo, el estudio también menciona los niveles de violencia conyugal, consumo excesivo de alcohol y otros casos de conducta indebida que se elevan al doble comparando con los demás militares de la Fuerza Aérea.
Por un lado se ven afectados por la escasez de personal, deficiencia de los equipos y la actitud sofocante de los superiores. Al mismo tiempo se sienten menospreciados, agotados por el trabajo, temiendo constantemente al fracaso, sin mencionar las oportunidades reducidas de avance laboral. Estas son razones abundantes por las cuales los oficiales se sienten fatigados, cínicos e ineficaces.
Diseñada en el fragor de la Guerra Fría, la Fuerza de Misiles Nucleares siempre ha sido una parte prestigiosa e importante de las Fuerzas Aéreas. Sin embargo, en los últimos años ha cedido su lugar a los armamentos más modernos, ya que incluso los militares consideran poco probable la posibilidad de una guerra nuclear. Ahora en la agenda están la guerra contra el terrorismo y la ciberguerra, provocando que los oficiales de la ICBM cuestionen su futuro y padezcan fatiga crónica.
A pesar de que los propios oficiales de la ICBM no creen en la posibilidad de una guerra nuclear, tienen que seguir con la misma rutina diariamente. Cada cierto intervalo de tiempo, noventa oficiales del control de lanzamiento de misiles se cambian en sus puestos de control subterráneos. Dos oficiales separados dentro de una cápsula, responsables de diez misiles, listos para lanzarlos, esperan el mandato del presidente, el cual nunca en la historia ha sido pronunciado.
Estas condiciones afectan a la mayoría del personal, incluyendo los altos cargos. "No nos importa si las cosas van como se debe. Simplemente no queremos problemas", confesó un oficial a los investigadores de manera anónima.
Aparte de comprobar el impacto psicológico negativo, el estudio también menciona los niveles de violencia conyugal, consumo excesivo de alcohol y otros casos de conducta indebida que se elevan al doble comparando con los demás militares de la Fuerza Aérea.
Por un lado se ven afectados por la escasez de personal, deficiencia de los equipos y la actitud sofocante de los superiores. Al mismo tiempo se sienten menospreciados, agotados por el trabajo, temiendo constantemente al fracaso, sin mencionar las oportunidades reducidas de avance laboral. Estas son razones abundantes por las cuales los oficiales se sienten fatigados, cínicos e ineficaces.
Diseñada en el fragor de la Guerra Fría, la Fuerza de Misiles Nucleares siempre ha sido una parte prestigiosa e importante de las Fuerzas Aéreas. Sin embargo, en los últimos años ha cedido su lugar a los armamentos más modernos, ya que incluso los militares consideran poco probable la posibilidad de una guerra nuclear. Ahora en la agenda están la guerra contra el terrorismo y la ciberguerra, provocando que los oficiales de la ICBM cuestionen su futuro y padezcan fatiga crónica.
A pesar de que los propios oficiales de la ICBM no creen en la posibilidad de una guerra nuclear, tienen que seguir con la misma rutina diariamente. Cada cierto intervalo de tiempo, noventa oficiales del control de lanzamiento de misiles se cambian en sus puestos de control subterráneos. Dos oficiales separados dentro de una cápsula, responsables de diez misiles, listos para lanzarlos, esperan el mandato del presidente, el cual nunca en la historia ha sido pronunciado.
Estas condiciones afectan a la mayoría del personal, incluyendo los altos cargos. "No nos importa si las cosas van como se debe. Simplemente no queremos problemas", confesó un oficial a los investigadores de manera anónima.
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