Louay Abdul-Jood, un periodista y activista sirio que sobrevivió a una prisión del Estado Islámico, ha revelado los maltratos psicológicos y torturas que utiliza el grupo yihadista en sus cárceles.
En una entrevista para Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), Abdul-Jood contó que fue detenido por el EI en Alepo, Siria, y que pasó unos seis meses como rehén hasta que fue liberado debido a un intercambio de prisioneros entre el Ejército Libre de Siria y el grupo yihadista.
En la prisión, Louay conoció a otros periodistas, incluido James Foley, quien fuera ejecutado por los yihadistas en agosto de 2014.
"La mayoría de los presos fueron sometidos mayormente a métodos psicológicos como ponerte un cuchillo en el cuello diciéndote que ibas a ser ejecutado. Este trato duraba mucho tiempo y tenía un efecto mayor que un abuso físico", reconoce el periodista.
Sin embargo, cuando Abdul-Jood fue trasladado a otra prisión, vio que a los presos que no eran periodistas, los trataban de otra manera: con torturas físicas extremas. "Por ejemplo, a un hombre lo colgaron boca abajo. En las heridas de sus pies, causadas por maquinillas de afeitar, le echaban el alcohol. Luego pusieron contactos eléctricos en las mismas heridas y los conectaron a un tomacorriente", afirma el periodista, revelando las atrocidades del Estado Islámico.