"La guerra propagandística contra RT supera a la de Goebbels"
Cuando Andrew Lack, el recién designado jefe de la BBG (la agencia federal de EE.UU. encargada de supervisar las transmisiones de radio y televisión gubernamentales), metió a RT en el mismo saco que el Estado Islámico, cometió un acto de "propaganda en su peor acepción", insiste Clark en su columna.
"Sería fácil decir que el Dr. Joseph Goebbels, el tristemente famoso ministro de Propaganda de los nazis, estaría orgulloso de los comentarios de Lack. Pero de hecho la guerra propagandística contra RT —de la que los comentarios de Lack son solo el último capítulo— supera la del doctor Goebbels", dice.
"Lo que está claro es que el éxito de RT ha causado auténtico pánico en las filas de los neoconservadores occidentales: la élite 'liberal intervencionista'. RT nos insta a cuestionar más y eso es lo último que las élites occidentales quieren que hagamos. Ellos quieren que nos traguemos su versión de la narrativa sobre los acontecimientos en el mundo, un relato que nos dijo que Irak poseía armas de destrucción masiva que podían ser desplegadas en 45 minutos y que representaban una amenaza para el mundo entero", destaca Clark.
Con RT, "las voces que oímos poco a menudo o que no oímos nunca" han recibido una plataforma, comenta. Cuando la diplomacia rusa logró prevenir una intervención militar en Siria en 2013, los ataques contra la cadena se intensificaron, ya que el 'lobby' de la guerra se puso furioso al no haber podido salirse con la suya por una vez, añade el periodista.
La última arremetida, que equiparó a RT con el Estado Islámico, es en realidad algo "profundamente irónico", insiste Clark. Desde el principio del conflicto sirio la cadena estuvo informando sobre la importante presencia de yihadistas dentro de las fuerzas opositoras, mientras los neoconservadores los presentaban como luchadores pacíficos por la democracia. Solo cuando el Estado Islámico empezó a amenazar los campos petrolíferos de Irak se consideró aceptable hablar sobre los extremistas de Siria y sus masacres. "Los ataques contra RT son una prueba de que la cadena hace un trabajo excelente", concluye Clark.