El informe titulado 'Tendencias Globales del 2030: Mundos alternativos' ('Global Trends 2030: Alternative Worlds') muestra que en un futuro EE.UU. no va a jugar el papel de "policía global", sino que ocupará su posición en la lista de los iguales. El documento compara este retorno a la multipolaridad con la decadencia de Gran Bretaña en el siglo XIX.
Según publicó el portal 'Sputnik News', el creciente papel de Asia, en particular de China, en el ámbito mundial es "el punto dominante" del informe que predice que en 2030 "Asia habrá superado a América del Norte y a Europa juntos en términos de poder global, basados en el PIB, el tamaño de la población, el gasto militar, la tecnología y la inversión".
No obstante, la creciente influencia de China puede provocar varios problemas a nivel mundial. En primer lugar, las diferencias de intereses económicos entre el país asiático, EE.UU. y otras potencias pueden conducir a la extrema volatilidad política y económica. No se espera que se produzca un conflicto armado, pero países pequeños podrían convertirse en el campo de batalla por esferas de influencia.
El mayor riesgo consiste en la capacidad de los habitantes del planeta para gestionar eficazmente el consumo de recursos. En el año 2030 la población aumentará en 1.000 millones de personas y cada uno necesitará alimentos, agua y energía, cuyo consumo crecerá un 30%, 40% y 50%, respectivamente.