El Pentágono ha modernizado y ensayado la mayor bomba antibúnker de su arsenal, un explosivo que podría destruir o inhabilitar hasta la más fortificada instalación nuclear en el territorio iraní, informa 'The Wall Street Journal' citando fuentes del Departamento de Defensa de EE.UU. Un ataque con bomba es una opción prevista en caso de que fracasen las negociaciones entre el Sexteto y Teherán y la Casa Blanca decida pasar a la acción militar.
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Mientras el Gobierno de Obama trabajaba para lograr por vía diplomática un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, el Pentágono estaba modernizando una de sus armas convencionales más destructivas, así como contramedidas electrónicas que evitan interferencias en sus sistemas de guiado, indica el artículo. "De momento el Pentágono se centra en poder dar una solución militar en relación a Irán en caso necesario", cita el periódico a un alto funcionario estadounidense. "Nunca hemos dejado de controlar la situación", subrayó el militar.
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Según el diario, la última prueba de la bomba se llevó a cabo a mediados de enero, cuando su modelo modernizado fue arrojado desde un bombardero B-2 en un área no revelada de EE.UU. El bombardero despegó desde la Base de la Fuerza Aérea de EE.UU. Whiteman (Misuri), indicó el diario.