El niño, Eduardo Jesus Ferreira, de 10 años, es la cuarta persona que muere en el marco de enfrentamientos entre la Policía y los criminales del complejo en poco más de 24 horas, informa AFP.
Lea también: Estalla una nueva ola de violencia en las favelas pacificadas de Río de Janeiro
Los testigos afirmaron que la marcha estaba trascurriendo pacíficamente cuando la Policía comenzó a disparar gases lacrimógenos sin que hubiera provocación alguna. Los manifestantes respondieron lanzando piedras. Un agente resultó herido.
Lea también: Una protesta contra la violencia policial termina en un tiroteo en Río de Janeiro
"Nos vimos obligados a usar armas no letales para contener a los manifestantes", dijeron agentes de la Policía.
En cuanto a las circunstancias de la muerte del menor existen ciertas discrepancias.
La Policía destaca que Ferreira recibió un disparo en la noche del jueves como resultado de la balacera entre las fuerzas de seguridad y un grupo de narcotraficantes en Areal, un barrio pobre con una población de 70.000 personas.
Lea también: La Policía de Brasil evita que traficantes de droga vuelvan a la mayor favela de Río
Pero los padres del niño desmienten la versión de la Policía. "No hubo ningún tiroteo. El único disparo que se oyó fue el que mató a mi hijo. Yo salí corriendo de la casa y vi a un oficial cerca de Eduardo, que estaba tendido en el suelo. Cuando me acerqué, me dijo que me mataría también", sostuvo la madre del niño.
Lea también: Los gigantes tecnológicos Google y Microsoft elaboran mapas de favelas brasileñas
La presidenta del país, Dilma Rousseff, expresó su solidaridad con los padres del muchacho diciendo: "Las circunstancias de esta muerte deben ser aclaradas y los responsables deben presentarse ante un juez y ser castigados".
Los tiroteos en el complejo han aumentado en los últimos tres meses, lo que se presenta como un ejemplo del éxito del programa de 'pacificación'.