En el campamento de Yarmouk, situado en las afueras de Damasco, se refugian miles de palestinos huidos del conflicto con Israel desde el año 1957. Pero ahora, generaciones después, la guerra ha vuelto a sus hogares. Desde el inicio de la crisis Siria, las autodefensas palestinas se unieron a los grupos contrarios a Bashar al Assad. Durante cuatro años impidieron la entrada de las fuerzas gubernamentales, pero últimamente se han posicionado facilitando los esfuerzos diplomáticos para resolver el problema. Sin embargo, parece que la situación ha empeorado.
La entrada en el campamento de combatientes del Estado Islámico invalida los esfuerzos de pacificación de las partes orientados a que las fuerzas palestinas abandonasen la confrontación interna en Siria. Este hecho además ha puesto en evidencia la grave situación humanitaria que se vive en la zona. El sufrimiento de los refugiados se agrava ahora aún más por el temor constante ante una muerte cruel a manos de los yihadistas.
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"No hay duda de que nuestro principal objetivo es aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo y tomar el control para solucionar los problemas humanitarios a través de la entrega de alimentos y medicinas. Ayer por la tarde, durante los combates, pude entregar los suministros médicos para tratar a los heridos, ya que tenía alrededor de 20 heridos y seis muertos", declara el embajador del Frente Popular para la Liberación de Palestina en Siria, Anwar Abdelhadi
El apoyo de la artillería del Ejército sirio impidió la total captura de la zona por parte de grupos del Estado Islámico. Los choques entre los terroristas y el Frente Popular para la Liberación de Palestina se producen en la zona centro y sur del campamento. La fracción palestina Aknaf Beit Al Makdas se vio obligada a retirarse de la zona bajo la ofensiva del Estado Islámico apoyado por el Frente Al-Nusra.
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Entre los grupos palestinos no hay consenso sobre la estrategia para combatir a los yihadistas, así que toda la carga de detener su avance recae sobre el Ejército sirio y las fuerzas de defensa nacional. "Si los 14 diferentes grupos o parte de ellos llegaran a unirse, se podría lograr que la banda armada abandonase el campamento", afirma Yasser Al Masri, secretario de prensa del movimiento Fatah al-Intifada
Los observadores estiman que la captura del campamento por parte de terroristas pondría en peligro la tregua que marcaron las partes del conflicto interno sirio al sur de Damasco. Esto podría abrir el camino hacia una intensificación de los combates entre Estado Islámico, el Ejército y las fuerzas opositoras sirias.
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