A primera vista, el pueblo alemán de Jamel es un típico poblado del país. Pero hay un rasgo significativo que lo diferencia del resto: la mayoría de sus habitantes es seguidora de la ideología de Hitler.
Fíjense en lo que está pasando en Francia y Ucrania, donde movimientos semejantes se radicalizan. Creo que aquí podría suceder lo mismo
La única familia del pueblo que no se considera neonazi opina sobre ellos al ser consultada por corresponsales de RT. "Son criminales. No nos dejan en paz. A los que no están de acuerdo con ellos tratan de expulsarlos del pueblo". Los radicales han erigido un poste con la inscripción del nombre de la ciudad natal de Hilter y un cartel con los lemas del partido nacionalsocialista.
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Existe la opinión de que los neonazis tienen una estrategia bien clara: tratan de crear pequeñas comunidades, comprando tierras y propiedades en pueblos devastados. Posteriormente, ejercen presión psicológica sobre la población que no comparte su punto de vista.
Las autoridades son conscientes de lo que está ocurriendo, pero dicen que no tienen razones legítimas para actuar. "Fíjense en lo que está pasando en Francia y Ucrania, donde movimientos semejantes se radicalizan. Creo que aquí podría suceder lo mismo", opina la jefa municipal del pueblo.
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