En un artículo publicado en el portal LookAtMe el periodista explica por qué la afirmación de que vivimos en la época más pacífica en la historia de la humanidad es un mito y cuál es la verdadera amenaza que acecha a las libertades civiles.
Mito: Vivimos en la época más pacífica de la historia
"Las estadísticas demuestran que hoy en día los humanos están luchando entre sí mucho menos que en el pasado", escribe el periodista, citando las estimaciones de la ONU, según las cuales actualmente hay 12 grandes conflictos armados en fase activa que han dejado más de 500 muertos en lo que va de año. "Aún es mucho, pero mucho menos que en el siglo XX", sostiene el autor del artículo.
Con el fin de proteger las libertades civiles, tenemos que abandonar esas viejas ideas
A su juicio, estos cálculos permiten a numerosos expertos concluir que la humanidad se encuentra de camino hacia una convivencia pacífica.
Como la guerra suele "legitimar el asesinato, la vigilancia total y muchas otras cosas que son inaceptables en tiempos de paz", el hecho de que haya menos guerras lleva a muchos a asociar la segunda mitad del siglo XX "con un florecimiento sin precedentes de las libertades civiles en todo el mundo", explica Mujatáev.
Lea también: ¿Para qué necesita Obama una nueva guerra fría?
Realidad: La línea entre la guerra y la paz se ha vuelto borrosa
La guerra es, en gran medida, un ritual, y en el pasado, "la gente establecía una clara distinción entre la guerra y la paz", sin que apenas hubiera guerras no declaradas, escribe el periodista.
Mientras tanto, prosigue, hoy en día las guerras no declaradas se producen en todas partes: "las guerras económicas y las guerras de la información, la guerra contra el terrorismo y los conflictos latentes que podrían estallar en cualquier momento".
Lea también: "La guerra económica contra Rusia puede traer consecuencias fatales para Occidente"
"La caracteristica de todos estos tipos de guerra es que evitan los rituales y las formalidades, pueden empezar y terminar espontáneamente, y no conllevan la firma de ningún tratado de paz", sostiene Mujatáev.
"La línea entre la guerra y la paz es cada vez más borrosa", y las autoridades de muchos países lo aprovechan, "introduciendo medidas militares en tiempos de paz" y atentando contra las libertades básicas de los ciudadanos, opina el autor del artículo.
"Por desgracia, el derecho moderno aquí se revela impotente, porque se basa en una clara separación entre la guerra y la paz. A fin de proteger las libertades civiles, tenemos que abandonar esas viejas ideas", concluye.