"Cada día en el centro de la capital estonia, un equipo de cinco personas estadounidenses contratadas específicamente para realizar esta actividad, rastrean el movimiento de los transeúntes y realizan informes sobre potenciales amenazas. Mensualmente se entregan entre cinco y seis reportes, dependiendo del movimiento de sospechosos", informa el diario 'Postimees'.
SEPA MÁS: Inteligencia alemana ayudó a la NSA a espiar al Gobierno francés y la Comisión Europea
Según la publicación, la Embajada norteamericana confirmó esta información, señalando que se trata de una práctica habitual y que fue acordada de antemano con el Gobierno estonio.
"En efecto, llevamos a cabo un programa para identificar actividades sospechosas en las inmediaciones de nuestra sede. Es parte de las medidas de seguridad habituales, ya que la seguridad de nuestro personal y nuestros huéspedes, tanto estonios como estadounidenses, es una prioridad para el Gobierno de EE.UU.", comentaron funcionarios del cuerpo diplomático.
SEPA MÁS: No existen medios legales para desafiar la vigilancia masiva