El obispo de San Luis Potosí, Carlos Cabrero, el demonólogo español Antonio Fortea y ocho exorcistas mexicanos realizaron el ritual, informa el periódico 'La Vanguardia'.
Se trató del primer exorcismo cuyo objetivo era "expulsar al maligno" de toda una nación y no de una persona en particular. El mismo tuvo lugar a puertas cerradas y en secreto el pasado 20 de mayo en la catedral del estado de San Luis Potosí.
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Según el obispo, el mal "entró a México" después de que se legalizara el aborto en la Ciudad de México, algo que él caracteriza como "una falta inmensa, porque legaliza los homicidios".
El arzobispo emérito de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, comparó a los fetos con las víctimas asesinadas por los cárteles del narcotráfico y añadió que son "despedazados dentro del vientre de su madre".
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Por otro lado, en San Luis Potosí, la ciudad donde se ha realizado el exorcismo, tres curas han sido acusados de corrupción de menores desde el pasado año. Eduardo Córdova, uno de los religiosos acusados de pederastia, escapó después de que lo acusaran de violar a un centenar de niños en las últimas décadas.