Según informes de prensa, la unidad en cuestión se denomina Servicio Especial de Recolección (Special Collection Service, SCS), que aparece en un Protocolo de 2011 que proporciona información sobre una conversación telefónica interceptada entre el jefe del departamento de asuntos de la UR de la Oficina de la Cancillería Nikolaus Meyer-Landrut y un asesor del entonces presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
La abreviatura del servicio de espionaje también figura en los documentos de las revelaciones de Edward Snowden, de los que desprende que operaba en más de 80 lugares en todo el mundo, incluyendo Europa.
Según el Süddeutsche Zeitung, en Alemania sus empleados trabajaban en el territorio de la Embajada de Estados Unidos en Berlín y en un centro de inteligencia en Frankfurt.
Además, este viernes el semanario alemán Der Spiegel presentó una denuncia ante la Fiscalía federal de su país por la sospecha de haber sido espiado por los servicios secretos de Estados Unidos (CIA), informaron hoy fuentes de esa redacción.
La demanda, cuya recepción ha sido confirmada por ese departamento fiscal en su sede de Karlsruhe (suroeste), se basa en un presunto caso de escuchas a su redacción ocurrido en verano de 2011.
En ese momento, desde la dirección de la CIA se advirtió al coordinador general de los servicios secretos de Cancillería, Günter Heiss, de la existencia de una supuesta fuente interna en ese departamento gubernamental que filtraba información al semanario.
El pasado miércoles Alemania convocó al embajador de EE.UU. por las últimas revelaciones sobre el espionaje de la agencia NSA a altos cargos del Gobierno del país, incluidos varios ministros y funcionarios responsables de comercio, finanzas, economía y agricultura.
El escándalo del espionaje de EE.UU. en Europa continuó con las últimas filtraciones del portal Wikileaks, que revelaron el rastreo masivo por parte de la agencia NSA de conversaciones de altos cargos del Gobierno de Alemania, además de Merkel, durante las negociaciones sobre la crisis griega.