De acuerdo con el artículo las recientes cumbres de las dos organizaciones evidencian el desarrollo de una nueva etapa en las relaciones entre Rusia y China, en la cual ambas naciones ven oportunidades para promover sus propios intereses regionales y luchar contra la hegemonía de Estados Unidos en los ámbitos económico, político y militar.
Mientras China le añade peso económico a la Organización de Cooperación de Shanghái, la participación de Rusia le atribuye un importante papel político, y contribuye a una cooperación más estrecha en el ámbito de la seguridad.
Así, el procedimiento de inclusión de dos nuevos miembros -India y Pakistán- lanzado en la última cumbre de la OCS, contribuirá a la creación de un espacio económico que puede oponerse a la UE y debilitar la influencia de EE.UU.
Además el grupo BRICS, cuya tasa de Producto Interno Bruto constituye un 20% del PIB mundial, sirve como una buena alternativa al dominio de EE.UU. en el ámbito económico, según opinan los analistas de Stratfor.