Zoí Konstantopoulou, que a principios de año fue nombrada presidenta del Parlamento griego y se convirtió en uno de los símbolos del gobierno de Syriza, hoy en día es la mujer con más poder en el país heleno. No obstante, está a punto de convertirse en la enemiga principal del primer ministro Alexis Tsipras, publica 'El Confidencial'.
El 15 de julio fue establecido como la fecha límite para que el Parlamento griego apruebe el acuerdo sobre el nuevo programa de rescate que fue alcanzado el pasado 13 de julio. El mayor problema para el primer ministro no será la oposición, sino los miembros de su partido, encabezados por Konstantopoulou, que se oponen a dicho acuerdo.
La presidenta del Parlamento, que es abogada de derechos humanos, es la persona que más daño puede hacer a Alexis Tsipras, "no solo porque su voto en contra puede ser un golpe moral", sino también porque de ella depende la rapidez con la que se realicen los trámites, señala el artículo.
Dada la situación, el grupo leal a Tsipras quiere intentar destituirla, para que el proceso lo lleve el vicepresidente de la Cámara en su lugar. No obstante, para realizarlo, hacen falta 50 diputados y una moción de censura por mayoría absoluta, lo cual podría alargar la votación todavía más.
Hasta ahora, Konstantopoulou ha sido una figura clave para calmar al sector más radical, y su postura ha ayudado a mantener la unidad del grupo parlamentario incluso en las situaciones más polémicas. Asimismo, ha impulsado varias iniciativas importantes para el gobierno de izquierda, como la comisión para estudiar la que han llamado 'deuda ilegítima' y la reclamación de reparaciones a Alemania por la ocupación en la Segunda Guerra Mundial. " Konstantopoulou no quiere marcharse o que la expulsen sin haber desatado una tormenta", concluye el artículo.