Pese a que el eurogrupo y Grecia acordaron un nuevo programa de rescate y el Parlamento griego ya ha aceptado las primeras leyes como condición para tener acceso a la ayuda financiera, los problemas que afronta el país están lejos de ser resueltos. El portal i100 de 'The Independent' explica una serie de datos relevantes de las realidad política y económica actual de Grecia.
¿Quién votó por la austeridad?
El nuevo conjunto de leyes, que incluyen la reducción de pensiones y subidas de impuestos, fueron aprobadas con 229 votos a favor y 64 votos en contra en el Parlamento griego. Entre quienes se opusieron a ellas, había 38 miembros del propio partido de Alexis Tsipras, Syriza, incluido el ministro de Energía del Gobierno, la portavoz del Parlamento y el propio Yanis Varufakis, exministro de Finanzas que dimitió al día después del referéndum griego celebrado el 5 de julio.
¿Qué piensan los votantes griegos?
Al menos 12.000 personas salieron a las calles de Atenas el pasado 15 de julio en protesta contra las nuevas medidas de austeridad. Se estima que la manifestación, que tuvo lugar frente al Parlamento, fue la mayor desde que Syriza llegara al poder en enero. Las protestas acabaron de forma violenta y medio centenar de personas fueron detenidas por lanzar piedras y cócteles molotov contra la Policía, que respondió con gases lacrimógenos.
¿Qué opinan los acreedores?
Entre los acreedores hay división respecto a la cuestión de la deuda griega. Mientras algunos se muestran dispuestos a considerar el alivio de la deuda, por el que abogó el FMI, otros poderes, incluida Alemania, insisten en que Grecia solo puede ver su deuda aliviada cuando haya realizado reformas en su economía y reducido los gastos estatales.
¿Se acabará produciendo el 'Grexit'?
No necesariamente. La prioridad esencial para Grecia en estos momentos es garantizar un préstamo puente de 12 millones de euros para poder superar los próximos tres meses y evitar el incumplimiento de los pagos de bonos al Banco Central Europeo (BCE).
¿Qué pasará después?
Se prevé que las negociaciones sobre el nuevo programa de rescate tarden cuatro semanas, por lo que los ministros de finanzas europeos tendrán que buscar maneras de prestar dinero a Atenas con mayor celeridad. El BCE está estudiando una solicitud para inyectar efectivo de emergencia para ayudar a volver a abrir los bancos y los cajeros griegos.