"Una está cerca de Mosul y la otra en territorios de la gobernación de Kurdistán, aunque nadie conoce el verdadero propósito para el que las dos bases se han establecido", afirmó el jefe miliciano, cuyas palabras recoge la agencia iraní. Según sus datos, los militares estadounidenses estacionados en las dos bases mantienen contactos con los funcionarios kurdos y algunos comandantes militares de Kurdistán.
Al Kazzemi aseguró que las milicias populares y tribales de Irak son capaces de recuperar el país y expulsar al Estado Islámico sin ninguna injerencia del extranjero, especialmente de las tropas estadounidenses. Compartió la opinión de un funcionario iraquí, citado por la misma agencia, de que los asesores militares de EE.UU. pierden el tiempo intentando disuadir a las fuerzas iraquíes de llevar a cabo ciertas operaciones que en su opinión no aportan nada para lograr la victoria contra los extremistas.
La información sobre el regreso de las tropas estadounidenses a las bases abandonadas en Irak que ocupaban después de la invasión del 2003 apareció por primera vez en los medios de información en octubre del año pasado. En particular, el Pentágono comenzó a instalar una base a 50 kilómetros al norte de Erbil, en el Kurdistán iraquí.