La arqueóloga Joanne Farchakh relató al diario 'The Independent' cómo los islamistas venden las estatuas y otros artefactos de importancia histórica a los distribuidores internacionales. De esta forma, ganan cantidades enormes de dinero por estas reliquias únicas y luego hacen saltar por los aires los templos y edificios antiguos para disimular la evidencia del saqueo.
"Las antigüedades de Palmira ya están en venta en Londres. Hay objetos sirios e iraquíes tomados por el Estado Islámico que ya están en Europa. Ya no están en Turquía, adonde se destinaron en primer lugar, abandonaron Turquía hace mucho tiempo", explica la arqueóloga. La posterior destrucción de los monumentos históricos, prosigue la especialista, "oculta los ingresos" del grupo terrorista.
El Estado Islámico, que controla una gran parte del territorio de Siria e Irak, tomó la antigua Palmira, una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el pasado mayo después de que las tropas gubernamentales se retiraran ante la intensa ofensiva de los yihadistas.
A finales de agosto, los terroristas decapitaron a uno de los principales arqueólogos de la antigua ciudad siria y volaron el antiguo templo de Baal Shamin, construido en el año 17 d.C. en Palmira. En su avance por territorio sirio e iraquí, el grupo terrorista ha destruido varias localidades históricas y antiguos monumentos.