Cada vez más países latinoamericanos se involucran en la crisis que atraviesa el pueblo sirio, por lo que podrían abrirles las puertas a los refugiados. Uno de ellos es Chile, cuyo Gobierno comenzó a analizar la posibilidad de dar asilo a los ciudadanos que escapen de la guerra.
Así, el canciller del país, Heraldo Muñoz, explicó que a la administración de Michelle Bachelet "le preocupa profundamente la situación humanitaria", según recogió La Tercera. Además, miembros de la comunidad siria en Chile ya iniciaron las gestiones para acelerar la aceptación de refugiados, por lo que esperan que su Gobierno permita la llegada de entre 50 y 100 familias.
Por otra parte, la organización no gubernamental change.org elevó un pedido a las autoridades de México para que reciba a 10.000 sirios. "Las 31 entidades federativas y el Distrito Federal deberán repartir la atención de los refugiados de acuerdo a su capacidad económica y de asistencia social, procurando la unidad familiar", señala el comunicado al que hace referencia el portal Informador. Algunos senadores mexicanos ya manifestaron su apoyo a la iniciativa, pero el presidente Enrique Peña Nieto aún no se ha expresado sobre la cuestión.
Argentina, Uruguay y Brasil ya abrieron sus fronteras
Alrededor de 100 refugiados llegaron a Argentina desde que implementó el Programa Siria, diseñado el año pasado para responder a la crisis del país asiático. En un principio, la iniciativa iba a estar vigente hasta el próximo 21 de octubre, pero la necesidad de miles de personas obligó a las autoridades argentinas a planificar la extensión de ese plazo "mientras persista la situación del conflicto armado y la emergencia humanitaria", publicó La Nación.
De esta manera, el país –al igual que Brasil y Uruguay– respondió al llamado realizado en 2014 por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados que, de acuerdo con El Observador, pidió a los gobiernos de la región que faciliten el acceso de ciudadanos sirios.
En referencia a este tema, el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, recordó que Argentina tiene una tradición histórica "en facilitar el ingreso de ciudadanos de otros países en situaciones trágicas, como la guerra" y explicó, de acuerdo con la publicación del portal Télam, que el programa impulsado por la Dirección Nacional de Migraciones permite "el ingreso a los ciudadanos sirios para, justamente, poder salir de la situación en la que se encuentran".
Más allá de esta iniciativa oficial, algunos alcaldes también se mostraron dispuestos a recibir a los refugiados. Uno de ellos es el de la ciudad de Pilar, un distrito de 17.000 habitantes en la provincia de Córdoba, quien ofreció albergar a 50 familias sirias, según publicó Hoy Día.
Uruguay, el primer país de la región que albergó a los refugiados
Cuando aún era presidente José 'Pepe' Mujica, Uruguay empezó a recibir a quienes huían de la crisis siria. "Las familias están alojadas en sus domicilios, muchos de sus integrantes trabajando, todos los niños escolarizados", afirmaron desde el Gobierno. Sin embargo, con la asunción presidencial de Tabaré Vázquez, el 1 de marzo de este año, se repensó la política de asilos y, aunque el canciller Rodolfo Nin Novoa afirmara en su momento que "no está descartada" la posibilidad de recibir a más refugiados, el programa original se encuentra bajo revisión, publicó el portal Infobae. Este dilema se debe resolver rápido, ya que el arribo de siete familias con cerca de 70 personas está pendiente de su decisión.
Por otra parte, desde que Brasil facilitó el acceso a las visas, recibió aproximadamente a 1.700 refugiados. No obstante, se estima que unas 4.000 personas entraron al país por otras vías y se encuentran en su territorio. Para profundizar en su labor de cooperación, el Gobierno de Dilma Rousseff prevé extender las normas que permiten el otorgamiento de asilo. "La situación es dramática y Brasil no puede dejar de ayudar como puede", explicó el secretario nacional de Justicia, Beto Vasconcelos, según Folha. En ese sentido, recordó que el país está "compuesto" por personas que llegaron "de todas partes del mundo, incluso de los pueblos tradicionales indígenas", por lo que una de las "riquezas" que tiene es su "diversidad".