Fotos desde la prisión más temida de El Salvador, donde incluso los guardias no se atreven a entrar

La pandilla Mara Salvatrucha es tan temida en El Salvador, así como tristemente conocida por su cruel reputación de venganza despiadada, que las autoridades han decidido asignarle su propia prisión. El fotógrafo Adam Hinton logró hacer algo casi imposible, entró en esa cárcel donde ni siquiera los guardias entran, para mostrar al mundo las caras de los peligrosos pandilleros.

"Penal de Ciudad Barrios es una prisión de máxima seguridad para los miembros de la pandilla Mara Salvatrucha, o MS, ubicada en el sur de El Salvador", cuenta el fotógrafo británico Adam Hinton a través de su sitio web. El hombre tuvo la valentía de entrar en el recinto para tomar fotos de algunos de los reos.

"La cárcel fue construida para 800 reclusos y actualmente alberga a más de 2.500. La prisión se ha convertido prácticamente en un recinto integramente para los pandilleros donde hay todo lo necesario. Tienen una panadería y servicios básicos", explica Hinton, autor del libro 'MS-13'.

"Al entrar en la prisión pronto te das cuenta de que no hay guardias alrededor. Ellos se quedan en el exterior y permiten a los pandilleros ejecutar actividades conjuntas, que lo hacen muy bien dadas las condiciones que tienen", continúa.

Los miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS), la organización transnacional de pandillas que practica secuestros, asesinatos, extorsiones, venta de armas y drogas, se exponen ante la cámara del fotógrafo con muchos tatuajes. Sus cuerpos cuentan historias de sus crímenes y presentan su modo de vivir.

Las maras aparecieron en Los Ángeles en la década de 1980, fundadas por inmigrantes centroamericanos y se expandieron hacia otras zonas de Estados Unidos, Canadá, México, el norte de América Central y España. La mayoría de estas pandillas están integradas por guatemaltecos, salvadoreños y hondureños. Su presencia en Centroamérica es debida en gran medida a la deportación de delincuentes desde EE.UU. a sus países de origen.