Bolivia perdió su acceso al Pacífico en el transcurso de la guerra de 1879–1883 contra Chile, que tras las hostilidades se anexionó el Departamento del Litoral, que actualmente forma parte de la región chilena de Antofagasta. El Tratado de 1904 estableció la entrega de esta región a Chile a perpetuidad.
Desde entonces Bolivia ha intentado revertir la situación, como en las conversaciones de 1950, con el Acuerdo de Charaña de 1975 o en el marco de las negociaciones entre el presidente boliviano, Evo Morales, y su homóloga chilena, Michelle Bachelet, durante su primer mandato. Tras acabar todas sus tentativas en saco roto, Bolivia decidió acudir a la CIJ el 24 de abril de 2013.
Chile argumenta que la jurisdicción de la CIJ se remonta al año 1948 y que, por lo tanto dicha corte no puede resolver un litigio sobre un acuerdo firmado en 1904. Bolivia insiste en que no cuestiona el tratado en sí, sino que aspira a que Chile cumpla con varias promesas sobre la concesión de un corredor al Pacífico, como las que establecía el Acuerdo de Charaña, nunca concretado.
La Haya decidirá hoy si pone fin a la demanda boliviana declarándose incompetente, algo en lo que insiste Santiago, o si sigue adelante con el proceso, como quiere La Paz. La tercera opción pasaría por que la CIJ decida posponer la decisión sobre su propia competencia en el caso.
Si la CIJ se declara competente
La demanda presentada por Bolivia presupone que la Corte no se limite a constatar algún avance en las negociaciones, sino que imponga un acuerdo final entre los dos países. Es decir, que la Corte dictamine algo definitivo sobre la salida al Pacífico para La Paz.
Según Bolivia, la base para una decisión a su favor radicaría en las distintas promesas y ofertas formuladas en el transcurso del pasado siglo por mandatorios chilenos, a lo que Chile responde que tales promesas no concretadas no pueden tener fuerza legal. Santiago también argumenta que si el tribunal obliga a Chile a cumplir estas promesas, ello disuadiría a los Gobiernos a la hora de buscar nuevas vías de solución de conflictos internacionales.
Bolivia recuerda como precedente positivo la demanda de Perú a Chile, también en la Haya, que concluyó en 2014 tras seis años de litigio. En aquella disputa similar de carácter histórico, la CIJ falló a favor de Lima, que reclamó de su vecino 50.000 kilómetros cuadrados de espacio marítimo.
Por su parte, Chile puede dejar de acatar los fallos de la Haya si decide salirse del Pacto de Bogotá de 1948 que lo obliga a mediar en las disputas a través de mecanismos como la CIJ. Este mismo pacto es el que limita la competencia de la CIJ para intervenir a partir de ese año. Colombia optó por una solución semejante en 2012 tras una disputa no satisfactoria con Nicaragua
Si la CIJ se declara incompetente
Le demanda actual presentada por Bolivía se anulará definitivamente.
No obstante, Bolivia ya ha estudiado la posibilidad de presentar ante la a la CIJ una nueva demanda en contra de Chile, basándose en argumentos diferentes. Por ejemplo, La Paz insiste en que Chile incumple cinco puntos del Tratado del 1904, reiterados en la Convención de Arica de 1937, sobre el tránsito de mercancías, por lo que sería posible romper dichos acuerdos, informa Publimetro.
Además, el tema puede volverse en cualquier momento objeto de discusión a nivel del Consejo de Seguridad de la ONU, al que Bolivia acudió en 1987. En 1989 el organismo decidió que puede incluir esta cuestión en sus sesiones si alguna de las partes se lo pide.
También existe otro escenario posible, que pasa porque la CIJ se declare incompetente para decidir sobre los acontecimientos previos al 1948, pero decida seguir con la demanda de Bolivia. En este caso, la disputa sería estudiada basándose en las negociaciones y hechos acaecidos después de 1948.
Si la CIJ decide aplazar su decisión, hoy fijará la fecha en la que hará su anuncio.