El presidente sirio, Bashar al Assad, ha pedido ayuda de manera oficial a Rusia para luchar contra la organización terrorista Estado Islámico. Ante esta situación, el líder ruso, Vladímir Putin, ha solicitado al Parlamento del país que autorice el despliegue de las Fuerzas Armadas en territorio extranjero.
Tras recibir el aval del Senado, el 30 de septiembre Rusia ha emprendido la ofensiva aérea contra los yihadistas y realizado varios bombardeos contra las posiciones del EI en Siria. El Ministerio de Defensa ha recordado que sólo utilizará efectivos de su Fuerza Aérea y ha descartado ejecutar una operación terrestre en el país árabe. Más de 50 aviones y helicópteros toman parte en la ofensiva y todos los ataques aéreos están coordinados con el Ejército sirio.