El autor del artículo recuerda que durante la crisis en Libia, Rusia en varias ocasiones habló sobre el peligro de la intervención militar de la OTAN, que podría crear más caos y llevar a los islamistas al poder. Y ahora, cuatro años después, Libia se encuentra en ruinas, y la influencia de los radicales islámicos es cada vez mayor. Por ello el mandatario ruso insta a Occidente a evitar la repetición de ese escenario aceptando el diálogo con Assad.
Mientras que los países occidentales están confundidos acerca de qué hacer con la crisis siria, que ya está causando bastantes problemas para la Unión Europea con la ola de refugiados, Putin está tomando acciones concretas, afirma la publicación. No obstante, de acuerdo con el autor, las acciones del Kremlin son impulsadas no solo por el deseo de apoyar a su aliado Bashar al Assad, sino también porque pretenden prevenir la propagación de la influencia del Estado Islámico y el surgimiento de una nueva gran amenaza para la seguridad.
La publicación destacó que Putin logró convencer a Occidente de la necesidad de dialogar con el presidente sirio. Así, ahora los estadounidenses sugieren que la "salida del juego" de Assad no es la prioridad absoluta, Australia puede imaginar un acuerdo de paz con él, así como Francia, Reino Unido y Angela Merkel han acordado hablar con Assad. De acuerdo con el artículo, el plan de Putin también demostró ser capaz de ayudar a su aliado a fortalecer su influencia en la región, mejorar la reputación de Rusia en el escenario mundial y poner a su potencial enemigo de rodillas.
En otras palabras, "Putin está haciendo todo bien, al menos todo lo posible para garantizar los intereses de su propio país", concluyó el autor.