Afganistán: MSF tacha del "crimen de guerra" el ataque contra su hospital y culpa a EE.UU.
La organización internacional Médicos Sin Fronteras ha exigido a EE.UU. que investigue el bombardeo del hospital de la ONG situado en la ciudad de Kunduz en el norte de Afganistán. La ONG confirmó que en el ataque perpetrado este sábado murieron al menos 22 personas, incluidos 3 menores. Doce de las víctimas mortales formaban parte del personal de dicha ONG.
"Bajo la clara presunción de que un crimen de guerra haya sido cometido, Médicos Sin Fronteras exige una investigación completa y transparente a cargo de un organismo internacional independiente", cita la ONG a su director general, Christopher Stokes.
"La realidad es que fue EE.UU el que lanzó las bombas. EE.UU. atacó un hospital grande lleno de pacientes heridos y de personal de Médicos Sin Fronteras. Los militares de EE.UU. siguen siendo responsables por los objetivos que atacan, incluso si son parte de una coalición", denunció la ONG.
"Su descripción del ataque sigue cambiando, pasando de daños colaterales a un incidente trágico, y llegando ahora a los intentos de pasar la responsabilidad al Gobierno de Afganistán", dijo Stokes. Según él, se trata de un "ataque horrible" que "no puede ser justificado".
En los dos días trancurridos desde el ataque, EE.UU. aún no puede explicar como pudo atacar al hospital, concluye 'The Washington Post'. El lunes el Pentágono explicó que el ataque fue perpetrado a instancias de las fuerzas armadas de Afganistán que se encontraban bajo fuego. Sin embargo, el Pentágono presentó con anterioridad una explicación contraria, afirmando que atacó el hospital para defender a las tropas estadounidenses.
Por su parte, Afganistán intenta justificarse esgrimiendo que dentro del hospital se encontraban integrantes del movimiento Talibán. Según Médicos Sin Fronteras, esto demuestra una vez más que el ataque fue un crimen de guerra. La ONG afirma haber pasado a todas partes del conflicto los datos sobre el hospital incluyendo su ubicación exacta.