Según ha difundido la Casa Blanca, citada por ABC News, esta mañana en la Oficina Oval el presidente Barack Obama ha tenido una conversación telefónica con Joanne Liu, la presidente de Médicos Sin Fronteras, "para pedir disculpas y expresar sus condolencias por el personal de MSF y los pacientes que murieron y resultaron heridos cuando un ataque aéreo militar de Estados Unidos golpeó por error su hospital en Kunduz, Afganistán".
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, describió el bombardeo del hospital como una "tragedia terrible", insistiendo en que se trató nada más que de un error. MSF, por su parte, ha pedido una investigación independiente del ataque, calificándolo como un crimen de guerra.
Según Earnest, el presidente estadounidense aseguró "que la investigación en curso del Departamento de Defensa proporcionaría una apreciación de los hechos y circunstancias del incidente transparente, exhaustiva y objetiva. Y si es necesario, el presidente implementaría cambios que harían menos probable que tragedias como esta ocurran en el futuro".
El hospital de Médicos sin Fronteras en Kunduz, en el que se encontraban cerca de 200 personas, fue parcialmente destruido en el bombardeo el 3 de octubre, con 22 víctimas fatales. Según afirma la organización, entre las víctimas del bombardeo había niños que fallecieron quemados vivos.