El Pentágono ha anunciado este viernes un cambio de enfoque en su apoyo a los rebeldes en Siria que combaten al presidente Bashar al-Assad.
En septiembre el Departamento de Defensa se vio obligado a reconocer ante el Congreso de EE.UU. que en el marco de su programa de entrenamiento y equipamiento de 'rebeldes moderados', tan solo cinco de los rebeldes entrenados estaban combatiendo en Siria; cuando el programa, que costó 500 millones de dólares aspiraba a que fueran 15.000. Asimismo, también se revelaron traiciones por parte de rebeldes instruidos y hasta entregas de armas a los terroristas del Frente Al Nusra.
"Ahora mismo creo que debido a lo complicado de la situación vamos a tomar una especie de pausa operacional", dijo la subsecretaria de Política de Defensa del Pentágono, Christine E. Wormuth, en relación a la suspensión del programa. Sin embargo, según dijo, el Pentágono considera reanudar algún día este programa si se da la ocasión.
Según ella, el núcleo del nuevo enfoque pasa por "trabajar con los grupos que ya combaten al EI", a los que EE.UU. entrenará y les proporcionará "paquetes de equipos básicos" militares. El Pentágono también los apoyará desde el aire lanzando bombardeos contra del Estado Islámico.
Moscú considera que los bombardeos de la coalición liderada por EE.UU. en territorio sirio no son legítimos, ya que no fueron aprobadas por las autoridades de este país.