Lo que nunca podrías imaginar: Un grupo terrorista aún más sanguinario que el EI
Un reciente informe del Global Terrorism Index ha puesto de relieve que Boko Haram le ha disputado al Estado Islámico el título del grupo terrorista más mortífero del mundo. De hecho, el estudio evaluó que el movimiento nigeriano fue responsable de 6.644 muertes en 2014, mientras que el EI se cobró la vida de 6.073 personas en ese período.
Y eso teniendo en cuenta que el EI perpetra ataques o amenaza con realizarlos en un vasto territorio que incluye a Oriente Medio, Europa, EE.UU. y Rusia, mientras que Boko Haram opera principalmente en Nigeria y en países africanos como Chad, Níger y Camerún.
Breve historia de la 'pesadilla islamista de Nigeria'
A diferencia al Estado Islámico, que ha estado activo los últimos años, Boko Haram ya lleva mucho tiempo realizando su actividad terrorífica en territorio africano. El movimiento islamista surgió en 2002, cuando un seguidor del islam radical, Mohammed Yusuf, abrió un centro educativo musulmán en la ciudad nigeriana de Maiduguri. Luego apareció el nombre de la organización, que se traduce como "la educación occidental es pecado".
Con el tiempo, el centro se transformó en el núcleo del grupo antigubernamental. Bajo el mando del sucesor de Yusuf, el fanático islamista Abubakar Shekau, que tomó las riendas en 2009, Boko Haram se centró en el uso de métodos terroristas. Desde entonces, la organización se ha hecho con el control de 11 provincias de Nigeria que suman unos 52.000 kilómetros cuadrados, aparte de hacer incursiones en otros países de la región.
En mayo de 2014, el grupo fue incluido en la lista del Consejo de Seguridad de la ONU de organizaciones terroristas. El mes de marzo de 2015 marcó un hito importante en la historia de Boko Haram después de que el grupo jurara lealtad al Estado Islámico, proclamándose su "Provincia de África Occidental".
¿Por qué merece el título del más mortífero?
De acuerdo con Amnistía Internacional, a manos de esta 'pesadilla islamista' de Nigeria han muerto al menos 17.000 personas desde 2009, mientras que 1,5 millones han sido desplazados. Por su culpa, los ataques sangrientos con cientos de víctimas, la destrucción de aldeas y un gran número de refugiados se han convertido en algo habitual para el noreste de Nigeria.
Los militantes que se oponen a "la educación occidental", atacan despiadadamente escuelas, matando y secuestrando a los estudiantes. Boko Haram es conocido, en particular, por la crueldad hacia los niños. Basta con recordar el secuestro de niñas en Chibok en 2014, incidente que estremeció a todo el mundo.
Otro acto impactante por su crueldad fue la masacre en Baga, perpetrada por los militantes del Boko Haram en enero de 2015. La 'masacre más mortífera' en la historia del grupo devino en 2.000 personas muertas y numerosas construcciones devastadas.
¿Por qué es tan difícil de combatir?
Pese a que los esfuerzos conjuntos de Nigeria, Chad, Níger, Camerún y Benín intentan solucionar el problema del terrorismo en la región, la situación está lejos de resolverse. Para erradicar a Boko Haram y al terrorismo, en un sentido más amplio, los Estados africanos tienen que solucionar sus problemas sociales internos.
"Los islamistas radicales aprovechan el descontento de los musulmanes africanos con su situación calamitosa, la arbitrariedad y la corrupción de las autoridades locales", señala el columnista Vladímir Molchanov en su artículo para Voyennoe Obozrenie. De los 150 millones de habitantes, el 50% son musulmanes, y esta religión domina en el norte y oeste del país.
Asimismo, los gobiernos de muchos países en la región no controlan parte de sus territorios, debilitados por años de guerra civil. "Surge una especie de vacío de poder, y todo esto crea un terreno fértil para las ideas de los extremistas islámicos y su ideología de oposición agresiva al orden mundial existente", señala.