Serguéi Rudskói, el jefe del departamento operativo principal del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, dijo en una rueda de prensa que, según los datos de radiolocalización de la base aérea rusa en Latakia, el atacante avión turco violó el espacio aéreo de Siria.
"Los medios de control objetivo no registraron ningún esfuerzo por parte del avión turco para comunicarse o ponerse en contacto visual con nuestros pilotos", dijo el teniente general.
"Calificamos este hecho de flagrante violación del derecho internacional que tendrá consecuencias muy graves y de violación directa del memorándum de prevención de incidentes aéreos en Siria, firmado con Estados Unidos y obligatorio para todos los países miembros de la coalición, incluida Turquía", subrayó Rudskói.
El alto cargo militar supuso que probablemente esta es la razón por la que Turquía, en lugar de contactar con el Ministerio de Defensa ruso, empezó consultas urgentes con la OTAN.
Señaló que el Estado Mayor General ha elaborado medidas adicionales para reforzar la seguridad de la base aérea rusa.
"Todos los operativos de la aviación de ataque estarán protegidos por cazas", dijo.
Además, se reforzará la defensa aérea, por lo que el crucero Moskvá, dotado del sistema antiáereo Fort, similar al S-300, se desplazará a la zona costera de Latakia.
"Advertimos de que todos los objetivos potencialmente peligrosos serán eliminados", enfatizó Rudskói.
Asimismo, "Rusia suspende los contactos con Turquía en materia militar".
El militar confirmó la continuación de la operación de búsqueda y rescate de la tripulación del bombardero táctico derribado, y precisó que uno de los dos pilotos rusos eyectados del avión murió en el aire al ser alcanzado por fuego desde una zona controlada por extremistas.