El Estado Islámico vende hasta 40.000 barriles de petróleo al día, ganando así hasta 1,5 millones de dólares cada 24 horas. Uno de los yacimientos donde se produce crudo está ubicado en Deir ez Zor, en el este de Siria. Hay otros dos en Irak, según el mismo medio.
El petróleo llega a la ciudad de Zakho, en el Kurdistán iraquí, cerca de la frontera con Siria y Turquía. A esta zona llegan mediadores desde Turquía e Israel para acordar el precio.
Según el periódico 'Al-Araby al-Jadeed', en este momento el crudo se vende a 15-18 dólares por barril, mientras las marcas WTI y Brent se comercializan a 41-45 dólares en los mercados internacionales.
Después el crudo cae en manos de una red de contrabando en Turquía para ser distribuido a varios puertos y, posteriormente, a los clientes.
En agosto de 2015 'The Financial Times' informaba de que un 75 por ciento del crudo que Israelí había comprado en los últimos tiempos procedía del Kurdistán iraquí. Más de una tercera parte de estas importaciones pasaron por Ceyhan, un puerto turco en el Mediterráneo.