El presidente venezolano, Nicolás Maduro, reconoció los "resultados adversos" en los comicios que terminaron con la victoria de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que obtuvo 99 escaños en la Asamblea Nacional, frente a 46 diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
¿Qué está por venir?
"Comenzó el cambio en Venezuela", proclamó Jesus Chuo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, tras conocerse los resultados de las elecciones.
Según los últimos datos oficiales, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtiene 107 de los 167 escaños de la Asamblea Nacional frente a los 55 diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Tres escaños serán para los representantes de los pueblos nativos y dos todavía están por determinar.
Se trata de la primera derrota del Partido Socialista Unido de Venezuela desde la llegada al poder del fallecido líder bolivariano Hugo Chávez en 1999 (sin tener en cuenta la derrota de Chávez en el referéndum de diciembre del 2007, al cual los venezolanos fueron convocados para consultar la modificación de una parte de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela). Pero de momento el PSUV seguirá siendo una fuerza importante, ya que controla el poder en la mayoría de municipios que tienen mucho peso en el país.
Frente a la crisis económica
El nuevo Parlamento venezolano se elige en medio de la crisis económica que vive el país. En este contexto, el analista político, David Palacios Jaramillo, considera que las medidas político-económicas podrán suponer parte de la solución a este problema, pero no será fácil de resolver por su dependencia de los precios del petróleo.
Según el experto, los precios del crudo repercuten fuertemente en la economía venezolana. Aunque "hay esperanza de un cambio positivo" por los cambios políticos sustanciales, debido al fuerte impacto que tiene el precio de petróleo en los procesos económicos, este giro podría "tardar bastante tiempo" en efectuarse.
Los analistas de Credit Suisse destacan, a su vez, que "no esperan una mejora significativa en la situación económica en el país, independientemente de los resultados de las elecciones".
"Recomposición de la derecha" es "un triunfo del imperialismo" de EE.UU.
El analista Ulises Bosia escribió en el portal argentino 'Notas' que "la tendencia política predominante" que se observa actualmente en Latinoamérica consiste en "la recomposición de la derecha".
"La victoria de la oposición venezolana es en verdad un triunfo del imperialismo norteamericano", dice Bosia. Los actuales acontecimientos políticos en la región latinoamericana se corresponden con la estrategia de EE.UU. "para terminar con la Revolución Bolivariana".
"La política exterior de EE.UU. apunta a terminar con la excepción que es América Latina desde inicios del siglo XXI: la región del mundo que tuvo la osadía de cuestionar el capitalismo y el imperialismo", escribió el analista.
Golpe político para el socialismo latinoamericano
Algunos analistas señalan que el triunfo de la oposición sobre los partidarios del chavismo en Venezuela supone cierto golpe político para el socialismo del siglo XXI, tomando en cuenta, entre muchos otros factores, la reciente victoria del opositor argentino Mauricio Macri ante el oficialista Daniel Scioli en las elecciones presidenciales.
El resultado de las elecciones argentinas puede considerarse 'histórico', ya que "por primera vez en la historia de Argentina, la derecha llega a la Casa Rosada de una manera legal y democrática a través de las urnas", según afirmó a RT la escritora y periodista Telma Luzzani.
En Brasil, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, autorizó la apertura de un juicio político con el objetivo de destituir a la presidenta Dilma Rousseff, argumentando que considera procedente una acusación por irregularidades fiscales.
Dilma Rousseff manifestó durante una reunión ministerial en octubre pasado que lo que se intenta conseguir en Brasil es "un golpe democrático a la paraguaya", refiriéndose al fin del gobierno de Fernando Lugo en el 2012. Paraguay está lejos de ser el único país de América Latina que ha experimentado lo que muchos definen como un "golpe parlamentario".
Así, la victoria de la oposición en Venezuela le da la oportunidad de disputar la presidencia de Maduro e iniciar el proceso de su destitución. Sin embargo, el asunto del referéndum puede plantarse solo después de que se acabe la primera mitad de su actual mandato, en abril del 2016.
"No es tiempo de llorar"
El actual mandatario declaró que su "esfuerzo continuará su rumbo" reconociendo que "en Venezuela ha triunfado una contrarrevolución" y afirmó estar "tranquilo con su conciencia". Hablando directamente a la oposición, Maduro agregó: "Ojalá puedan ponerse en sintonía con la necesidad de millones de que cese la guerra económica".
"No es tiempo de llorar, es tiempo de luchar y unir fuerzas, de revisar con objetividad, de reinventarnos, de aceptar lo que esté mal y de construir respuestas y soluciones a los problemas que tiene el pueblo", aseguró Maduro.
Asimismo, el líder venezolano se mostró seguro de que el país va a salir de esta situación y abrir "nuevos caminos de victoria para una nueva mayoría revolucionaria y chavista en las batallas que están por venir". "Es tiempo de renacimiento desde las dificultades", puntualizó.